La verdad y la mentira
Cuenta la leyenda que un día la verdad y la mentira se cruzaron:
— Buen día, dijo la mentira.
— Buenos días, contestó la verdad.
— Hermoso día, dijo la mentira.
Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era …
— Hermoso día, dijo entónces la verdad.
— Aún más hermoso está el lago, dijo la mentira.
Entónces la verdad miró hacia el lago, y vio que la mentira decía la verdad, y asintió:
Corrió la mentira hacia el agua y dijo:
— El agua está aún más hermosa, nademos …
La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.
Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira, comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.
Es así cómo aún hoy en día, la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad, y no la verdad al desnudo.
Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él:
Si ustedes obedecen mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31-32 (TLA)
Un verdadero seguidor de Cristo no debe disfrazar la mentira con la verdad y menos aceptarla como si fuera verdad. Dios en su palabra nos instruye a no mentir. Sí somos verdaderos discípulos de Cristo debemos de evitarlo por completo.
Si esta enseñanza ha sido de bendición para tu vida ten la amabilidad de dejarnos tu comentario y compartelo a tus amistades.
Con cariño
Lourdes
mamasqueoran.com