“Dios nuestro único Refugio”
“Porque oigo la calumnia de muchos; El miedo me asalta por todas partes…”
“Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.
“En tu mano están mis tiempos…” Salmo 31: 13 al 15
Estamos coexistiendo con una pandemia, que azota a todas las poblaciones y trajo tristeza, muertes, desesperanza.
Todo esto sin hablar de cuestiones económicas que se están haciendo cada vez más difíciles cada día.
Atiendo gente asustada, y yo misma por momentos me siento así. Este es un sentimiento normal de la realidad, el miedo nos alerta que hay peligro.
Pero el Espíritu Santo me recordó un pasaje bíblico.
“Porque oigo la calumnia de muchos;
El miedo me asalta por todas partes,…” Salmo 31: 13- 14 15.
David estaba triste. Su angustia había agotado sus fuerzas, y aun sus huesos se habían consumido en su interior. Sus enemigos lo perseguían para matarlo.
Podríamos tomar al Covid-19 como nuestro enemigo, ya que nos ataca y despierta en nosotros todo tipo de sentimientos.
No vemos claridad mirando al futuro, nos angustiamos, desanimamos, nos asalta el miedo, tenemos una inmensa sensación de impotencia y frustración. Estamos cansados de pelear con el enemigo.
¿Te has sentido así?
Hay personas que piensan que DIOS se ha olvidado de ellas, debido a esto que estamos viviendo.
Pero no podemos medir a DIOS con nuestras emociones o sentimientos.
DIOS es DIOS, lo sientas o no lo sientas, El existe y está.
A pesar de estos sucesos, momentos o circunstancias que vivamos, Él sigue sentado en su Trono gobernando.
El hecho que estemos pasando por problemas NO significa que DIOS no está con nosotros.
Él dijo: “NO TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARE”, y la buena noticia es que Su Palabra es fiel…
David se sentía muy mal.
Pero… en ese momento cuando nuestros sentimientos están invadidos, es cuando debemos hacer una poderosa declaración como David cuando le dice a Dios:
Versiculo14:
“Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.
No hay otro refugio sino el que hay en nuestro Dios.
Sus enemigos se movían de un lado al otro, usando todo tipo de tretas y trampas para convertir al hombre de Dios en su víctima; pero él enfrentó todas sus maquinaciones simplemente con su confianza en Dios.
Él expresó desde su corazón una gloriosa declaración, «Dijo: Tú eres mi Dios.»
Lo que David dice es:
“CONFIO EN TI AUNQUE NO ENTIENDA, TENGO PUESTA MI FE EN TI SEÑOR”
Él sabe quién es SU DIOS.
¿Sabemos nosotros, que tenemos la ayuda del Espíritu Santo? En su presencia encontraremos la salida, el consuelo, la defensa, la paz y el gozo.
Pero David no solo DECLARA (La Palabra) sino que completa su frase.
CONFIESA (Su imposibilidad).
“En tu mano están mis tiempos”
El comprendía que estaba acorralado por la mano del enemigo, pero entendía algo más poderoso, aún y, era que dentro del hueco de la mano de Dios, no había porque temer.
Toda nuestra realidad, destino están en la mano del Poderoso y Fiel Dios nuestro.
Por eso no dejemos de confesar y creer que:
“Eres nuestro Dios y estamos en el hueco de tu mano y, no dejamos de de tener FE en Tu Palabra”
Zulma Tigani
www.mamasqueoran.com
Coach Certificada, con especialización en Inteligencia Emocional y Desarrollo de las Competencias Emocionales.
Egresada del Seminario Bíblico.
Estudios Universitarios de Ceremonial y Protocolo.
Autora de dos libros. “Soñar, esperar y ver” y “Matrimonio…de eso se trata”
