“En medio de nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quién nos amó, nos dará la victoria total” Romanos 8:37, por Jorge Pérez (Parte 2 de 2)

Hay aquí una serie de palabras que presentan un interesante contraste para explicarnos y así poder entender mejor, qué es verdaderamente importante cuando pasamos por las pruebas o cuando experimentamos el sufrimiento y sentimos que somos derrotados:

Leve tribulación momentánea frente a un eterno peso de gloria.

Esta tribulación produce, trabaja, desarrolla en nosotros una excelencia moral y espiritual.

Las cosas que se ven temporales frente a las cosas que no se ven que son eternas; no mirando las primeras que pasan sino, viendo estas, las últimas, que permanecen para siempre.

Muchísimos pasajes de la Sagrada Escritura nos enseñan y nos muestran que Dios es, en la persona de su Hijo Jesucristo, el Señor y Él tiene todo el poder y el control, Él gobierna, Él tiene toda la autoridad, Él ha vencido.

Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6.

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 1° Corintios 10:13.

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Hebreos 4:14-16.

“… he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:20.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.” Efesios 6:10.

“Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.” Salmo 18:2.

“Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.” Filipenses 4:13

La Sagrada Escritura, la Palabra de Dios nos da la fortaleza frente a las pruebas y nos enseña a confiar más en nuestro Dios.

Toda la historia bíblica y la historia de las civilizaciones pasadas y hasta este tiempo presente, son una confirmación de que Dios siempre ha sostenido a su pueblo en medio de las pruebas, las luchas y los conflictos.

No siempre ganaremos alguna batalla pero, siempre al lado de Dios se ganará la guerra.

Por ello podemos estar confiados de que Romanos 8:37 es una experiencia de triunfo para cada creyente en Jesucristo: “seremos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó”.

Romanos 8 es el gran capítulo de la fe y de la victoria.

Comienza diciéndonos en el primer versículo que: NO HAY CONDENACIÓN, ninguna para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu; “no en las formas, no siendo conducido” por la carne sino, en las “formas y siendo conducido” por el Espíritu.

Luego nos va a decir en el versículo 28 que: NO HAY EQUIVOCACIÓN, Dios no se equivoca, no hay errores en Dios y con respecto a nosotros, en cuanto a las cosas que Él permite para nuestra vida, Dios no fracasa; por ello podemos saber que, a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, por qué? porque si Dios me ama y yo estoy seguro de su amor hacia mí, entonces puedo estar tranquilo de que, todo lo que me pasa es porque Dios lo ha permitido, porque hay un propósito aunque no lo vea, porque aunque no lo entienda, Dios sabe lo que hace; puede encontrar descanso mi corazón atribulado en estas palabras reconfortantes!!.

El capítulo terminará diciendo que: NO HAY FRUSTRACIÓN, porque tenemos la victoria asegurada en Jesucristo, en Él, solo en Él somos más que vencedores. El texto bíblico utiliza una palabra que solo aparece en este pasaje y en ningún otro más; es una palabra que, en el lenguaje original del N. Testamento resume todo un concepto extraordinario: “lograremos una victoria destacada por medio de aquel que nos amó”.

Sí, estemos seguros: NO hay CONDENACIÓN, Jesucristo ya nos absolvió y perdonó todos nuestros pecados con su muerte en la Cruz, podemos estar tranquilos y confiados en su obra.

Sí, estemos seguros: NO hay EQUIVOCACIÓN, Dios sabe perfectamente lo que nuestras vidas necesitan y cuando vienen circunstancias adversas y difíciles, confiemos en que Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros aun cuando no lo entendamos y nos cueste vivirlo, podemos estar tranquilos y confiados en su amor.

Sí, estemos seguros: NO hay FRUSTRACIÓN, podemos estar seguros de que, ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro, Amen.

“en medio de nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quién nos amó, nos dará la victoria total”

por Jorge Pérez

www.mamasqueoran.com

Esta entrada fue publicada en Uncategorized y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.