Esperar en Dios, por Cristian Yavar

Bendiciones de parte de Dios, saludos a todos nuestros amigos y lectores, que la paz de Dios sea sobre todos, quienes de una manera u otra somos parte de este este batallón, llamado Mamás que Oran, escritores y lectores, incluso detractores, a todos un abrazo y bienvenidos nuevamente.

El día de hoy quisiera referirme a ustedes con un tema que ha sido muy predicado, enseñado y hablado durante mucho tiempo, me refiero a Esperar en Dios.

La ira y el disgusto nos causa poner demasiada atención a nuestros problemas, nos enfocamos y perdemos tiempo pensando en solucionar quizás algo que no está a nuestro alcance reparar, nos desgastamos innecesariamente.

El Salmo 37:9 nos dice…

Porque los malignos serán destruídos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.

Al hombre como tal nos cuesta esperar, vivimos en un mundo donde todo es rápido (y furioso), lo queremos todo ahora ya, evitando en lo posible el proceso de espera. El hombre inventa cosas para reducir el tiempo de espera, el microwave, el correo electrónico, etc.

Daniel 12:4 nos enseña…

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.

No nos asombremos, conservemos las palabras aprendidas, los creyentes vamos aprendiendo y comprendiendo poco a poco… como niños.

Apocalipsis 22:10 nos aclara…

Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.

Aunque en estricto contexto esta porción se refiere a tiempos del fin, al ser una palabra viva, perfectamente bien podemos aplicarlas a alguna situación especial en la cual esperamos respuesta.

Solo a modo de aclaración, y si eventualmente alguno de nosotros por aquí que está pidiendo o esperando algo que no está alineado con la voluntad de Dios, quizás deberíamos reconsiderar nuestra petición y asegurarnos que está completamente de acuerdo con el plan de Dios en nuestras vidas.

En una de las tantas historias narradas en la Biblia Dios le dio una orden a Saul: “Esperar siete días”, ya sabemos que el siete es el número de Dios, por lo tanto no ahondaremos en ese “detalle”. En otras palabras le dijo espera en mi voluntad, en mi tiempo. Dios está interesado en ayudarnos, prosperarnos, usarnos, pero en el tiempo de Él. Cuántas veces no queremos de alguna manera manipular a Dios orando en el nombre de Jesús porque lo que pedimos lo queremos para ahora ya, y no puede pasarse ni un minuto más, por la simple razón de que no queremos esperar. Pero tenemos que entender que cuando venimos a Cristo, esas mismas costumbres de no esperar y desesperarnos cuando lo que queremos no viene o tarda un poco, con Dios no funciona, Él no tiene ninguna prisa, Él es el dueño del tiempo también.

Un versículo conocidísimo por la mayoría del pueblo cristiano se encuentra en Isaías 40:29-31…

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;

pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Seamos pacientes con las promesas de Dios. El ejercicio espiritual que desgasta nuestra Fe es el esperar, pero Dios ha prometido nuevas fuerzas. Lo que tenemos a mano ahora es… seguir esperando. La paciencia va de la mano con la Fe.

No olvidemos este versículo tan conocido casi de memoria por todos que encontramos en Hebreos 11:1…

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Y como olvidarnos de un clásico, nuestro gran amigo Job, que en su libro homónimo 13:15 dice así…

He aquí, aunque él me matare, en él esperaré;
No obstante, defenderé delante de él mis caminos

Aprendamos entonces a confiar en Dios, movámonos en su voluntad, Él hará. (Salmo 11:1)

La promesa llega en el momento perfecto, ni antes ni después, así es la bendición de Dios, perfecta en todo sentido de la palabra.

Me despido con este versículo encontrado en el libro de Habacuc 2:3…

Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

Amigos míos, el mensaje es claro, si quedo alguna duda, lo leemos nuevamente.

La Victoria está asegurada en su tiempo perfecto.

A Propósito, hablando de Victoria, quiero dar un gran abrazo y un besote grandote a mi amiga Victoria Zangaro, te deseo un muy felíz cumpleaños, que todas las bendiciones de Dios te alcancen a su debido tiempo, te deseo lo mejor de lo mejor, sigue así de la mano de Dios, te queremos muchísimo, gracias por todo lo que has hecho por mi y por mi familia. Es una bendición para nosotros el que tú y tus padres sean parte de nuestros amigos y un privilegio a la vez compartir esos Domingos juntos.

HAPPY BIRTHDAY TO YOU VICKYYYYYYYYYYY. Chau.

Alison y Vicky 2020

por Cristian Yavar

Ministerio Internacional Mamás que Oran – www.mamasqueoran.com

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