Jóvenes de avivamiento, día 3/31, por Franco Pérez Falconi

Hoy nos toca leer Proverbios, capítulo 3. Ver link: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Proverbios+3&version=RVR1960

Hoy meditaremos que tiene Dios para decirnos a través del tercer capítulo de los proverbios del sabio Salomón.

Este quizás sea uno de los proverbios más conocidos por todos los hijos de Dios, como me dijo una hermana hace poco, el primer proverbio que todos nos aprendimos cuando éramos chicos. Y esto es porque cada uno de los versículos que aquí se exponen tiene un valor importantísimo para la vida de un creyente. Desde el versículo 1 al versículo 33.

Los principios bíblicos contenidos en este pasaje deberíamos llevarlos en nuestros corazones constantemente para vivir una vida como la que Dios quiere.

Si bien este proverbio contiene muchas bendiciones y enseñanzas para nuestras vida, hoy sólo estaremos meditando y reflexionando en los primeros 12 versículos del mismo. Y llevándonos 3 hermosas enseñanzas para nuestra vida.

La primera de ellas, centrándonos en el versículo 6 ¿Cuántas veces nos hemos preguntado qué quiere Dios para mi vida? ¿Cuál es el plan que tiene Dios para mí? ¿Qué quiere Dios que estudie? ¿Quién es la pareja que Dios tiene preparada para mí? Dice la palabra de Dios, “Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.”

Todas estas preguntas están respondidas en este pasaje. Fíjense lo que dice este versículo: ¡RECONOCELO EN TODOS TUS CAMINOS, Y EL VA A ENDEREZAR TUS VEREDAS! En el versículo 21 al 23 de este mismo capítulo nos amplía esta idea. Guardemos la ley de Jehová y su consejo, y esto será vida a tu alma, entonces vas a andar por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. 

Es hermoso poder ver lo que nos está diciendo Dios en estos versículos. Cada uno de nosotros nos debemos preocupar por buscarlo a Él siempre, tenerlo siempre presente, reconocerlo en todo y que nos quedemos tranquilos que será Él quién nos guíe y nos encamine hacia donde Él quiera.

Cuando te estés preguntando algo de lo que mencionábamos anteriormente, encárgate de buscarlo a Dios en primer lugar de tu vida, que Él te va a encaminar hacía la elección que ya tenía planeada de antemano.

Dice el versículo 6 que te fíes de Dios de todo corazón, es decir, confía en Él, confía en que estás en sus manos. Además, nos deja una advertencia para no echar a perder todo esto: NUNCA TE APOYES EN TU PROPIA PRUDENCIA. Siempre apóyate en Dios.

Nosotros preocupémonos por cada día buscar a Jehová, confiar en Él y Él nos va a encaminar y dar paz ante todo estos enigmas que podemos llegar a plantearnos.

Ahora también, en los versículos que siguen, del 9 al 10, la palabra de Dios nos da la receta para que nuestra economía nunca falle, nos deja un principio clave para nuestra vida. Esta reflexión está dirigida para todos los jóvenes que estén leyendo esto. Y en nuestra juventud, en esta etapa, es cuando empezaremos a tener independencia económica de nuestros padres, cuando vamos empezar a ganar dinero, a través del fruto de nuestro trabajo. Y aquí nos dice la palabra de Dios la clave para nunca nos falte nada en nuestra vida. Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos.  Y este es el momento querido hermano, cuando empieces a “enriquecerte”, para honrar a Dios con tus bienes, y por el resto de tu vida ofrendar a Él de lo que por su voluntad nos permite ganar. No nos olvidemos de que si poseemos un trabajo, es por su gracia, porque como veíamos antes, Él también nos encaminó a ello. No perdamos este valor tan importante, darle a Dios, de todo lo que Él nos da, y darle algo que nos cueste, no importa cuán grande es la cantidad, sino que para nosotros tenga un valor grande. Y dice la palabra que no sólo no nos va a faltar nada, sino que el Señor nos proveerá en abundancia. Te invito a reflexionar en tu interior, si Dios ocupa un primer lugar también en tus bienes, o tiene un lugar chiquito, para cuando tengo algo de sobra  y que no se en que lo voy a gastar entonces se lo entrego a Dios. Entreguemos nuestra economía al Señor y Él nos proveerá en abundancia.

En último lugar, no debemos pensar que porque lo reconozcamos a Dios en todos nuestros caminos, y porque lo honremos con todos nuestros bienes, siempre todo va a ser color de rosas de parte de Dios. Todos nosotros tenemos mucho que aprender en nuestras cortas vidas y nos quedan muchas lecciones por delante. Pero gracias a Dios que lo tenemos a Él como maestro. Y dice el versículo 12 que Jehová castiga, es decir, disciplina, a aquellos que ama, así como también los padres disciplinan a sus hijos. Pero bien, ¿A quién de nosotros le gusta ser disciplinado? A mí por lo menos no, y permítanme pensar que tampoco es el caso de ninguno de los que esté leyendo esto. Pero a pesar de todo, sabemos que esto es para nuestro bien. Y acá Dios nos pide que no despreciemos, que no rechacemos la disciplina de Dios, porque es para nuestro bien. A lo largo de nuestra vida, seremos disciplinados por Dios de distintas maneras. Esto no nos tiene que afligir sino que nos tiene que impulsar a aprender de ello y fortalecernos. Estas disciplinas pueden llegar a ser cosas que no nos gusten, padecimientos físicos u cualquier otro tipo de prueba, pero Dios así nos está formando y  está enderezando nuestras veredas.

Así que, este proverbio nos deja tres grandes lecciones para nuestra vida:

  • Reconozcámosle en todos nuestros caminos, y andemos confiadamente porque Él guía nuestros pasos.
  • Honrémosle con todos nuestros bienes y nunca nos va a faltar nada.
  • Soportemos y no rechacemos la disciplina del Señor porque nos va a hacer bien y vamos a poder aprender de ello.

Espero que podamos tomar estas lecciones que Dios nos da en este pasaje y atesorarlas por el resto de nuestras vidas.

Dios los bendiga y los saludo con un fuerte abrazo desde Buenos Aires, Argentina.

Franco Pérez Falconi

por Franco Pérez Falconi (24). Buenos Aires, Argentina. Mi deseo es poder vivir una vida dedicada al Señor

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