La palabra convence pero el ejemplo arrastra, por la Lic. Lourdes Villarroel

Mi esposo es guitarrista desde los 14 años y es una de sus mayores pasiones tocarla, debido a que no hay bateristas en la iglesia que estamos apoyando,  él tuvo que tocar la batería. Mi hijo que tiene 3 años lo veía desde que nació y ahora el toca la batería aun en su corta edad y lo hace de manera natural.

Todo esto me hizo meditar de como nosotros siendo padres podemos inspirar a nuestros hijos a ser buenos o malas personas. Tal es el caso de una mujer que  cada día agarraba a sus hijos y los hacia sentar y a cada uno les entregaba un libro y les hacía leer y les pedía que sacaran un resumen y les exigía  a corregir sus errores ortográficos y ella también se ponía a leer un libro.

Paso los años y el fruto de este esfuerzo fue que esos niños ahora son excelentes profesionales, lo sorprendente  fue que esta mujer no sabe leer, pero  esto no le impidió ser un buen ejemplo para sus hijos.

Si nosotros queremos que nuestros hijos sean excelentes personas, primero debemos nosotros ser excelentes personas, tu hijo no hará aquello que a ti nunca te ha visto hacer.

Así que medita en tu vida y corrige tu primero aquello que no es de buen ejemplo para tus hijos.

“Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando.  Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”. Deuteronomio 6:6-7 (NVI)

Si este devocional  ha sido de bendición para tu vida no te olvides dejarnos tu comentario y compártelo a tus amigos.

Lourdes

 ale

mamasqueoran.com

 

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