La Palabra Sembrada, por la Pastora Elba Somoza

LA PALABRA SEMBRADA

Santiago 1:20-21 (NTV)

20 El enojo humano no produce la rectitud que Dios desea. 21 Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma.

Juan 10:10 Dios Habla Hoy (DHH)

10 »El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

A lo largo de la vida hemos escuchado muchas palabras que se han dicho sobre nosotros, en la familia donde crecemos generalmente se reparten “etiquetas” para cada uno de sus miembros uno es “bueno”, otro es “vago”, otro es “difícil”, otro es “inteligente “ y esas etiquetas crean expectativas del comportamiento respecto de la persona que etiquetamos.

El pasaje de Santiago habla de la palabra sembrada, y se refiere a la Palabra de Dios que puede salvar nuestra alma, pero hay palabras que han sido sembradas en nuestro interior a través de juicios, sentencias, dichos que se convierten en maldiciones y destruyen nuestra alma, por eso volvemos a mencionar el pasaje de Juan 10:10 que trae luz sobre lo que nos dice Santiago.

Les voy a presentar a Sara y Rebeca y esta historia gira alrededor de una relación suegra/nuera.

 A través del ministerio conozco mucha gente y muchos me piden consejo.

Un día se acerca Sara y me comenta que está sufriendo mucho por una relación difícil que lleva con Rebeca y que no sabe que es lo que ha producido esta situación. Le digo a Sara que vamos a orar por paz en los vínculos y milagros extraordinarios, como no conocía a Rebeca le pedí los datos de ella a Sara, con los datos en manos me comunico con Rebeca le explico brevemente el tema y me dice que ella no tiene problemas con Sara pero que la situación verdaderamente es distante y quedamos en arreglar un encuentro con Sara y Rebeca.

Nos encontramos las tres y como primera medida les pedí a las dos que mencionen los hechos que determinaron la situación actual.

Comienza a hablar Rebeca diciendo que el día de su casamiento mientras la modista, que era la mejor amiga de su suegra le ayuda a vestirse le dice:” hay querida tu suegra no te quiere para nada, reconoce que sos trabajadora, pero dice que sos muy cocorita y pendenciera.

Sara desmiente los dichos, pero los haya dicho o no marcaron la vida de Rebeca y la relación con Sara, estas son las palabras que se siembran que contrariamente a lo que hace la Palabra de Dios , y destruyen el alma.

Cuando escuchaba estas palabras tan fuertes le pregunto a Rebeca cuanto hacía que estaba casada y me dice más de 20 años y agrega que durante estos años ha tenido crisis matrimoniales y familiares fuertes donde necesito ayuda profesional para superarlas.

Inmediatamente me di cuenta de la obra destructora del diablo y como había llevado a la opresión a esta vínculo y al contexto que  las rodeaba, aquí no había solo una víctima por la palabra sembrada, sino muchas más víctimas que son las personas alrededor de este vínculo , cuando veía el panorama espiritual de destrucción que el diablo había construido, comencé a angustiarme espiritualmente y les dije que esa era la angustia del Señor por haber dejado inconscientemente que el diablo manejara la situación todos estos años.

Les dije ya el diablo las destruyo bastante así que no voy a ahondar en más detalles, las dos son cristianas y saben lo que Dios nos pide, así que las lleve a orar y a pedir y dar perdón.

En los días siguientes al encuentro me comunico con Rebeca para pedirle que me repitiera la maldición porque en la semana tenía que dar una clase sobre el tema y ella me comenta ella había conocido el evangelio por Sara, que le había hablado del Señor ”porque no quería que su hijo se casara con una chica del mundo”, además de Rebeca se convirtió toda su familia de origen.

Estos juicios, estas palabras dichas por personas que tienen autoridad sobre nuestra vida, nublan nuestro entendimiento y ponen filtros que nos llevan a decodificar distorsionadamente la realidad que vivimos.

Con toda esta situación planteada me puse a orar para preguntarle al Señor ¿qué les ha robado el diablo, ya que la salvación no la pudo robar? A lo que me responde EL AMOR EN LAS RELACIONES FAMILIARES.

Con esta respuesta de parte de Dios, le digo Rebeca que quiero reunirme con ella nuevamente (todos los filtros que tenía Rebeca para decodificar la realidad hicieron que viniera a la entrevista porque no se animaba a decirme que no, pero pensando que le iba a hablar de Sara y lo que ella tendría que ser como nuera), mi objetivo era compartirle lo que Dios me había mostrado y orar para romper la maldición y sus consecuencias en su vida y en la de su familia.

Nos encontramos y Rebeca tardo alrededor de más de 25 minutos de entrevista en darse cuenta de que el motivo de la reunión era ella y nadie más que ella, estos filtros que ponen estas sentencias en nuestros pensamientos, sentimientos y emociones nos corren de pensar que nosotros podemos ser el motivo de amor de Dios para con nosotros y eso era lo que yo quería que entendiera Rebeca.

Finalmente, el Espíritu Santo siempre hace su obra y los ojos de Rebeca le fueron abiertos y ella pudo entender el mensaje de Dios para ella y la palabra de amor que Dios quería sembrar en lugar de la maldición.

Rebeca se dio cuenta que por esta sentencia y otra que le había dicho su padre, cuando un día una de sus hermanas le estaba mostrando una buena nota de la escuela, el padre la felicito a la hermana y le dio dinero en recompensa, Rebeca que siempre había tenido muy buen rendimiento en la escuela, sin recibir premios pregunto ¿ y yo?

A lo que el padre le contesto: vos te lo Tenes que merecer.

Con esto ella se paró en el lugar de hacer para merecer en lugar de ser la persona que Dios había creado.

El diablo siempre debe tener una entrada legal para robarnos, destruirnos y matarnos en vida, pero debemos recordar que Jesus vino para darnos vida, por eso debemos destruir la autoridad de esos juicios en nuestra vida y las consecuencias de ellos.

Los juicios crean alrededor de ellos una serie de mentiras que les damos autoridad de verdades como fue lo que hizo Rebeca con tener que “hacer para merecer” el amor, el reconocimiento, de los otros.

Por eso te invito en este día a que identifiques esos juicios que te han estado atando, limitando y restringiendo tu vida, que los lleves a la Cruz de Jesus porque es allí donde Jesus le quita el poder y el dominio sobre tu vida, como dice Colosenses 2:14-15 porque son los documentos que nos acusan y Jesus ya los clavo en la cruz por vos.

Apropiémosnos en este día de la Palabra de Dios para sembrarla en lugar de los juicios porque tienen poder de salvar nuestra alma 

Que Dios los bendiga

Elba Somoza

www.mamasqueoran.com

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