La Paternidad de Dios: Algo que aprendí, por Tomás Cruz Neme

Algo que aprendí

Hay tantas cosas que podemos ver de la paternidad de Dios y aplicarlas en nuestra vida. Quiero compartir en estos párrafos algo que aprendí y que está escrito en las tablas de mi corazón. Son 3 cosas fundamentales que un hijo debe oír de su padre.

Esto lo podremos ver en el evangelio según San Mateo, en capítulo 17 subtitulado “La transfiguración”. Jesús tomó consigo a Pedro, a  Jacobo y a Juan, los llevó a un monte alto y él se transfiguró delante de ellos mostrando así su gloria, vieron con él también a Moisés y a Elías, mientras ellos aún hablaban una nube de luz los cubrió y los discípulos oyeron LA VOZ DEL PADRE que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia, a él oíd”.

Lo primero que podemos encontrar es “Este es mi Hijo amado”, se ve afecto demostrado de manera verbal: “TE AMO”. Un hijo debe escuchar esto, refuerza su valía ya que le cree a su padre y se siente amado, cuántas veces podemos ver a niños, jóvenes y adultos decir: mi padre nunca me dijo que me amaba, esto provoca una herida en los corazones de ellos. Qué bendición es decírselo a un hijo.
Continuamos con “en quien tengo complacencia”, aquí observamos un claro: “ESTOY ORGULLOSO DE TÍ”. Como hijo es realmente grato ver este gesto de admiración, nos dice en cierta forma que estamos yendo por el camino correcto, esto nos alienta a seguir y permanecer en él.
Por último “a él oíd” lo cual refleja “ERES BUENO EN…”. En otras palabras Dios estaba diciendo: él sabe lo que dice, oídle. Esta afirmación por parte de un padre llena a un hijo de seguridad y da fuerzas para desarrollar de mejor manera las actividades que realiza, siempre con el cuidado de no alimentar la arrogancia en él sino potenciar su desempeño.

Que estos consejos sean de bendición para ustedes, sus hijos y también para los demás, aquellos niños y jóvenes que lamentablemente carecen de afecto, admiración y afirmaciones con deseos de bien para sus vidas. Demos nosotros esa luz.

Bendiciones.

José Tomás Cruz Neme, 21 años
Estudiante de ingeniería Mecánica
Un joven de avivamiento
San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina

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