PATERNIDAD DE DIOS
¡MI DIOS, TÚ ERES LA FUENTE DE TODA CONSOLACIÓN!
“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren” 2° De Corintios 1: 3 y 4(NVI)
Agradezco al SEÑOR que tuve un padre ejemplar, amoroso, precioso siervo de Dios, que ya está en su Presencia, quien nos llevó al camino, por su testimonio hoy toda su descendencia ama y sirve al SEÑOR; me hace muy feliz saber que nos reencontraremos.
Cuando papá falleció, tuve una pérdida y un dolor muy grande en mi corazón, aunque tenía a mi esposo que me daba todo su amor y comprensión, además dos hermosos hijitos, pero él con su fe inquebrantable era el pilar de la gran familia.
Amaba mucho a mi padre, pero también conocía y amaba a Dios profundamente, porque había experimentado su amor y poder sobre mi vida en muchas situaciones límites con mi salud.
Pero al partir papá, me pasó algo que no puedo explicar en palabras, y que sentí en mi alma, en mi espíritu, que venía absolutamente del Espíritu Santo de Dios, porque quitó mi tristeza, me dio una paz inexplicable, me fortaleció de una manera sobrenatural… ¡El SEÑOR ocupo todo mi ser!
Tenemos que dejar que su Paternidad nos abrace, conocerlo cada día más en oración, meditando en su Palabra, que nos ministra, nos aumenta la fe para caminar la vida plenamente seguros de que somos sus hijos amados, con visión, propósito y una preciosa misión que cumplir impartiendo todo lo que recibimos de Dios ¡Tenemos su ADN!
Toda tribulación, aflicción, que pases de la mano del SEÑOR, va a dejar huellas en tu vida, de su restauración, de su obrar a tu favor, de sus milagros y te van a capacitar para asistir, ministrar o exhortar a otros.
Hace 32 años, que viví está situación de pérdida de un ser amado tan presente como mi padre, marcó mi vida y fue el comienzo de un servicio ministerial muy intenso y apasionado por el SEÑOR, que aún sigue vigente.
Dios es la fuente de toda consolación, es el PADRE PERFECTO, su amor y cuidados son permanentes en nuestras vidas.
La Paternidad de Dios se ha manifiesta en todas las áreas de mi vida, a través de cada tribulación y prueba que tuve (que fueron muchas) enseñándome a través de ellas, para poder ministrar a tantas personas con todo lo recibido por mi PADRE.
“El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria” Romanos 8: 16 y 17(NVI)
Si tuviste malas experiencias que dañaron tu vida, te han hecho sentir abandonada/o, te han maltratado, abusado y sientes mucha amargura, resentimiento en tu corazón; es hora que sueltes el perdón para recibir el consuelo y el amor del PADRE PERFECTO, porque esto hará que comiences una nueva etapa de tu vida, no importa la edad que tengas, es tiempo de perdonar a los que te han herido, perdonarte, para sentirte valorada/o como nunca antes.
Deja que el Espíritu Santo te lleve al conocimiento de Jesucristo y a la convicción de esta Paternidad maravillosa que cambiará todo tu ser.
Si le das el control a Dios de tu vida, será tu PADRE, su Presencia estará siempre contigo y por sobre todo peleará tus batallas, sanará tus heridas y te sentirás inmensamente amada/o.
Por Judith Berlo, Orientadora Familiar (ISCM)
Predicadora y profeta del Ministerio Apostólico Jesucristo es tu Esperanza
Una MAMA QUE ORA desde Argentina
www.mamasqueoran.com
