Hoy me sorprendió Dios con esta historia: la del rey Ezequías.
Se relata en el segundo libro de Crónicas y cuenta que hizo lo recto delante de los ojos de Dios por lo cual Él lo prosperó en gran manera.
Versículos 27 al 30 del capítulo 32: «y tuvo Ezequías riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro… y piedras preciosas…
…asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino y del aceite, establos y apriscos…
…adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en abundancia…
…cubrió los manantiales de Guijón y condujo el agua hacia el occidente…
…y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.
PERO… en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, DIOS LO DEJÓ, para probarle, para hacerle conocer todo lo que estaba en su corazón.»
Te suena esta experiencia????
Me refiero a si sentiste alguna vez, de pronto, en tu mayor auge de bendición y prosperidad (no solo económica) que Dios se llamó a silencio y pensaste que te abandonó????
No te vinieron pensamientos de zozobra, inquietud, dudas, temor, confusión?
Debes saber que todos los hijos de Dios vamos a pasar por momentos de aparente «abandono» por parte de PAPÁ, pero que no es otra cosa que un tiempo en que Él nos estará probando, también nos servirá a nosotros mismos para darnos cuenta en qué medida hasta ahora estuvimos confiando en Él, cuán fieles estamos dispuestos a serle a pesar de las circunstancias y si ya aprendimos a actuar y tomar las decisiones correctas.
Vendrán los «mensajeros», los «espías», a investigar por qué hasta ahora te iba tan bien, y repito: no solo en el área económica, porque quizá no tengas más que la ropa que llevas puesta, sin embargo tu relación personal con Dios creció exponencialmente, tanto que ello suple cualquier otra necesidad física, emocional o afectiva…
Ellos tratarán de desmoralizarte, tal vez lleguen en forma de pensamientos negativos, tal vez en forma de personas chismosas o envidiosas, tal vez a través de una enfermedad…
Lo importante es que mantengas tu fe y tu mirada puesta en PAPÁ, en nuestro fiel DIOS, seguro, segura de que Él sigue ahí teniendo todo bajo control, observando cómo reaccionas.
«Finalmente, Ezequías descansó entre sus antepasados, y lo sepultaron en el lugar más prominente de los sepulcros de los hijos de David…»
EZEQUÍAS APROBÓ EL EXÁMEN.
SI TE MANTIENES FIRME EN LA PRUEBA, DIOS TE RECOMPENSARÁ CON HONORES.
Por Liliana Zajczek
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