Quiero hacer la salvedad de que esta reflexión no es por nada personal, es algo que me ha tenido inquieta como oveja y sierva de Dios. Tenemos que visualizar de manera exhaustiva la paternidad con el ministerio pastoral. No debemos comparar el amor de Dios padre con ningún hombre, ni tu padre biológico ni con el amor de ningún guia espiritual. Nos enfocaremos en los pastores especificamente; sin embargo esto no quiere decir que inrespeto el ministerio pastoral. La paternidad de Dios siempre será eterna, no tiene límites ni fin, el nunca dejará de ser nuestro padre. Cuando buscamos su presencia íntimamente el será el mejor guía, proveedor,y consejero, es ahí que nos daremos cuenta que solo lo necesitaremos a él. No obstante, el hablar con un guía espiritual es importante siempre y cuando estén alineados a la obediencia de Dios. Debemos estar apercibidos porque estos son los tiempos más fuertes, ya que vendrá falsos profetas, personas amadores de si mismo, y de las riquezas. He oído en ocasiones un error garrafal, porque se refieren al pastor como su padre espiritual, y debemos tener en cuenta que cuyo hombre no es perfecto y está sujeto a pasiones llegando a defraudarte en cualquier momento. Y es cuando entonces te apartas de la iglesia porque confundes la paternidad de Dios que es eterna y jamás será sustituida. Sabiendo que nuestros padres carnales nos defraudan y nos hieren, pero nuestro padre celestial nunca nos abandonará. No quisiera que por ninguna razón sean dañado y te desvie de la voluntad de Dios. El amor de Dios supera los límites de misericordia de compasión y gracia, su cobertura como el amor incondicional solo viene de Dios, el nos va ayudar a dirigirnos correctamente, el nos proveerá, guiará, y nos convertirá en verdaderos hombres que prediquemos el evangelio sin ningún tipo de miedo. Su amor nos pule y nos hace vaso de honra. Oramos por los pastores y por aquellas personas que están confundidas con la paternidad de Dios y el ministerio pastoral Bendiciones.
por Eva Reyes
www.mamasqueoran.com
