Más que vencedores, por Samuel Morel

En el año 1985, comenzamos a asistir a una iglesia cristiana  llamada “JESUCRISTO ES LA VERDAD”; junto con mis padres y mis hermanos, comenzamos a tener distintas actividades y nuevas amistades, era un lindo tiempo en familia y con los hermanos. Todavía recuerdo las largas reuniones de seis horas los días de santa cena, con hermanos que venían de diferentes lugares, era toda una nueva experiencia.

Llegando a la fecha de la guerra de las Islas Malvinas, más precisamente el 2 de mayo de 1982,cuando  fue el día del hundimiento del crucero ARA General Belgrano, en el cual murieron 323 tripulantes y  el hijo de nuestros pastores fue uno de ellos. Su dolor estaba vivo en ellos como si hubiese sido ayer que lo despidieron rumbo a ese viaje,  y siempre hacian mención del El, de aquel joven, sano y fuerte  que fue a pelear por su patria, y nunca más regresó.

Nuestros pastores, siguieron con la obra de Dios para adelante, nunca bajaron los brazos, si bien lo recordaban, pero  creo que el estar en presencia del Señor, los motivaba, y estaban seguros en aquel que los amo y así predicaron el evangelio por muchas partes, hasta que partieron con Él. Cuando viví en Miami conocí a un pastor salvadoreño, al que aun extrañamos, era como un padre espiritual, me quedó grabado cuando le pedíamos un consejo, orábamos y abría la Biblia y decía vamos a ver qué dice Dios, nada de consejo humano, sino de parte del Señor. Él nos contaba que era en su juventud estudiante de medicina, y tenían un buen pasar económico pero ya de casados, se convirtieron al Señor, y sus vidas cambiaron para siempre.

El pudiendo estar en los Estados Unidos como médico, renunció a todo para pastorear iglesias el El Salvador, han pasado muchas necesidades y pérdidas, pero la obra que dirige es impresionante, fundador de iglesias en el Salvador y  Nicaragua, con escuelas y universidades cristianas, tuvieron que vencer contra todos los tipos de obstáculos, pero tuvieron la victoria.

Para este mundo es perder un estándar de vida o una profesión, pero ellos fueron obedientes al llamado de Dios.

 Dios te da nuevas fuerzas para seguir, pero solo en Él hay consuelo, paz y gozo.

por Samuel Morel

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