Medio muerto, pero vivo, por la Pastora y Profeta Lic. Alejandra Zangaro

Sin lugar a dudas uno de los pasajes más conocidos de la Biblia es la parábola del buen samaritano, relatada magistralmente por Lucas, el médico amado en el capítulo 10 de su evangelio, quien nos detalla la siguiente escena:

«Un día, un hombre iba de Jerusalén a Jericó. En el camino lo asaltaron unos ladrones y, después de golpearlo, le robaron todo lo que llevaba y lo dejaron medio muerto.

31 »Por casualidad, por el mismo camino pasaba un sacerdote judío. Al ver a aquel hombre, el sacerdote se hizo a un lado y siguió su camino. 32 Luego pasó por ese lugar otro judío, que ayudaba en el culto del templo; cuando este otro vio al hombre, se hizo a un lado y siguió su camino.

33 »Pero también pasó por allí un extranjero, de la región de Samaria, y al ver a aquel hombre tirado en el suelo, le tuvo compasión. 34 Se acercó, sanó sus heridas con vino y aceite, y le puso vendas. Lo subió sobre su burro, lo llevó a un pequeño hotel y allí lo cuidó.

35 »Al día siguiente, el extranjero le dio dinero al encargado de la posada y le dijo: “Cuídeme bien a este hombre. Si el dinero que le dejo no alcanza para todos los gastos, a mi regreso yo le pagaré lo que falte.”»

36 Jesús terminó el relato y le dijo al maestro de la Ley:

—A ver, dime. De los tres hombres que pasaron por el camino, ¿cuál fue el prójimo del que fue maltratado por los ladrones?

37 —El que se preocupó por él y lo cuidó —contestó el maestro de la Ley.

Jesús entonces le dijo:

—Anda y haz tú lo mismo.

Algunas consideraciones para que podamos meditar el día de hoy:

  1. “Un día, un hombre”: Un día como cualquier otro, como siempre y de repente algo sucede que cambia la historia de ese hombre, tal como nos ha pasado a todo nosotros cuando en la vorágine de la vida diaria, de repente algo sucede… algo sucedió. Es mi oración que el Espíritu Santo traiga a tu memoria ese día y ese evento porque creemos que Dios hoy quiere sanarnos y volver a darnos vida y vida en abundancia.
  2. Juan 10:10  dice:”Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente”. Hoy quiero que hagamos el siguiente paralelismo entre los dos pasajes:
    1. Ladrón, ladrones: figura del enemigo de nuestras almas;
    1. Después de golpearlo: un día cualquiera, aparecen de repente circunstancias que te golpean para dejarte débil, indefenso, desorientado, tirado en el piso y obviamente lejos de cumplir con el gran propósito de tu vida …
    1. Le robaron todo: de un día para otro, sientes y sabes, que te sientes totalmente golpeado y no sabes ni cómo vino, ni cómo fue pero de golpe te robaron todo. En este caso de la parábola hablamos de dinero y posesiones pero quiero que amplies la visión y veas que el enemigo te robó tu matrimonio, tus hijos, tu familia, tus sueños, tu propósito. En tu caso, qué fue lo que te robó? Cuándo pasó? Cuántos años pasaron?
    1. Le dejaron medio muerto: La gracia de Dios intervino y aunque la expresión medio muerto nos ayuda a identificarnos con el personaje de la historia, también podemos decir que fue un sobreviente, lo dejaron medio-vivo porque creo que con Dios siempre hay nuevas oportunidades. No te mató, lo intentó pero no pudo, estas vivo y si hoy te paras en fe y actúas estas a tiempo de conquistar tus sueños!
  3. “Por casualidad”: A esta altura de mi vida no creo en casualidades porque se que mi Dios no deja de sorprenderme y bendecirme a cada rato y en todo tiempo, lo vea o no. Quiero que anotes 3 formas en que sinceramente, de todo corazón veas que Dios está obrando y bendiciendote hoy!
  4. “Por el mismo camino pasaba un sacerdote judío. Al ver a aquel hombre, el sacerdote se hizo a un lado y siguió su camino. Esto también pasa en estos días y tal vez hayamos pecado de esto mismo. Estamos tan ocupados siendo “Pastores” que nos olvidamos, “nos hacemos a un lado” y justificamos nuestro ‘ninguneo pastoral’ con que somos importantes y no estamos para este chiquitaje, que se ocupe otro. Hoy me pasó algo en el colectivo que me hizo pensar en este pasaje: Estaba sentada en un asiento para dos personas y un señor me pide pasar para sentarse del lado de la ventanilla. Todo parecía normal pero al rato me empiezo a dar cuenta del olor que tenía ese señor, tal vez sea un tema de salud, tal vez no pueda lavarse la ropa (parecía limpio) pero hasta ahora me quedó impregnado ese olor desagradable en mi naríz. Y entonces cuando se desocupó un asiento del otro lado, me moví. Y ahí me vino la convicción, que hubiera pasado si entablaba conversación con ese señor y tal vez le pudiera haber predicado? Frustré el plan de Dios que me lo sentó justo al lado mío en el colectivo y yo ‘me hice a un lado’? Que no vuelva a pasarme, quiero estar ‘disponible’ para el Señor!
  5. “Luego pasó por ese lugar otro judío, que ayudaba en el culto del templo; cuando este otro vio al hombre, se hizo a un lado y siguió su camino. No se por qué pero pienso que era un Ujier de este tiempo, estan tan ‘ocupados’ en que nos sentemos y guardar el buen orden que en pocas ocasiones pude recibir ese: “Bienvenido a la casa de Dios” y hacerme sentir parte. Quiero reconocer a Clarita y a Byron (el que sabe, sabe). En este caso, quiero que medites cómo estas sirviendo al Señor, con qué hermano hiciste click esta semana?
  6. “Pero”, cuanto podríamos escribir de los “PERO” en la Biblia … antes éramos pecadores pero ahora somos hijos, antes éramos esclavos del pecado pero ahora vivimos en el propósito de Dios, antes … PERO ahora. Me gustaría muchísimo que me escribas un comentario debajo y me compartas cuál fue tu ANTES PERO AHORA …
  7. Cuando leemos los versículos 35 y 36 nos dice que ‘un extranjero’ y otra versión dice que era un ‘samaritano’ es decir, una persona de la ciudad de Samaria y se dice: “Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Es decir que cuando lo golpearon, robaron, casi mataron el Pastor y el Ujier de tu iglesia pasaron de largo pero el ‘extranjero’ fue el que se detuvo, le limpió las heridas y se ocupó de él. Este extranjero era rico, tenía consigo vino y aceite para limpiarle las heridas, sabía dónde había un hotel, tuvo dinero no solo para él sino para el prójimo, y se sabía manejar, dejo encargado en el hotel qué tenían que hacer y dio la cara: “Yo te lo pagaré”.

Hoy es el día para que permitamos que Dios nos use para ser de bendición a otros. Quieres ser parte o quieres hacerte a un lado y seguir de largo?

Pastora y Profeta, Lic. Alejandra Zangaro

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