Gracias a Dios
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7
Estoy segura que vivir un día a la vez, se hace difícil. Siempre pensamos en lo que va a acontecer el día de mañana, en el futuro.
Él quiere cambiar nuestra necesidad de entender, por promesas mayores que nuestros problemas.
Podemos obtener la paz de Dios, que cuida nuestros corazones, si:
Dejamos de afligirnos: ¿Cómo sería esto?
Presionando el interruptor de pausa en las preocupaciones. Llevando nuestros pensamientos a Cristo Jesús.
Comenzamos a orar: Abriendo nuestra boca y diciéndole a Dios que lo necesito. Buscando al Espíritu Santo, para que me de gozo y paz.
Seguir agradeciendo a Dios: Le recuerdo a mi alma, la bondad de Dios, “Bendice alma mía a Jehová…” (Salmos 103: 1-2) y le doy GRACIAS por lo que ha hecho.
Los días se nos pasan rápidamente y, perdemos detalles preciosos y significativos, que deberían ser parte de nuestro diario vivir. Nos afanamos por el día de mañana, que no es nuestro, como dice Su Palabra. Por lo tanto no nos damos el espacio que es necesario para disfrutar, las riquezas de las cosas sencillas, que hoy están pasando y por las cuales tenemos que darle GRACIAS A DIOS.
En estos versículos Dios nos hace un llamado a poner freno al acelerador de nuestras vidas, a no permitir sentirnos afanados, turbados y preocupados porque él tiene el control absoluto de todo cuanto sucede en nuestras vidas. Si cuida de las flores y de los animales, cuánto más se ocupará de nosotros que somos su máxima creación.
Existe algo de lo que podemos estar completamente seguros y es de la fidelidad y el cuidado de Dios con sus hijos.
Tomémonos una pausa y descansemos en las promesas de Dios. Sabemos que El Espíritu Santo no nos dejará ni nos desamparará.
A Dios nada se le escapa…
Alabemos y démosle GRACIAS por lo que ha hecho y hará,
al estar bajo su cobertura; porque nada nos faltará, pues es nuestro Buen Pastor.
No desesperemos…No dudemos… No temamos…Ni nos entristezcamos…
No nos afanemos por lo que no podemos hacer…
Confiemos y descansemos, en un DIOS, que hace y, va más allá de las fronteras de nuestra limitada imaginación.
Zulma Tigani
www.mamasqueoran.com
Coach Certificada, con especialización en Inteligencia Emocional y Desarrollo de las Competencias Emocionales.
Egresada del Seminario Bíblico.
Estudios Universitarios de Ceremonial y Protocolo.
Autora de dos libros. “Soñar, esperar y ver” y “Matrimonio…de eso se trata”