Recetario de Mamás que Oran: Las pizzas caseras, por Leandro Pérez Miglino

Las pizzas caseras

Habernos casado hace unos años ayudó a que mi esposa y yo tuviéramos que atravesar un terreno que hasta entonces era bastante desconocido para ambos: LA COCINA.

Solíamos comer las comidas más ricas preparadas por nuestras mamás, pero ahora nos tocaba a nosotros.

Empezamos comiendo las cosas más fáciles de hacer. Y poco a poco fuimos mejorando (muchas veces por llamar a nuestras mamás y muchas veces gracias a YouTube).

Hay algo que a mí en lo personal me gusta mucho y es la pizza. De todas las maneras y de todos los gustos.

Sin embargo, por más que comemos seguido, hay veces que fallamos en algún ingrediente y se hace más difícil preparar la masa.

Los ingredientes necesarios para la masa son estos:

1 paquete de Harina para pizzas

700ml de agua

Medio pocillo de aceite

1 cucharadita de azúcar

1 cucharada de sal

La última vez, en lugar de colocar 700ml de agua, me confundí y coloqué 750ml.

Podríamos pensar que esa pequeña diferencia (50 ml) no representa nada y que no se va a notar, no va a ser un problema.

Cuando empecé a amasar para lograr la forma correcta, nunca llegaba a un bollo uniforme. Tuvo que advertirme mamá que necesitaba agregar harina adicional.

Finalmente, después de más harina y muchos minutos amasando pudimos conseguir que quedara bien.

¿Qué pasó?

Había algo que no tenía que estar.

Era poquita la diferencia, pero necesité de alguien que sabía más y llevó mucho trabajo adicional solucionarlo.

Seguramente, como a mí, te ha pasado de encontrarte más de una vez usando alguno de estos ingredientes:

Enojos, amarguras, peleas, frustraciones, tristezas, rencores y demás.

Aunque sea en poquitas cantidades, estos ingredientes pueden afectar nuestra vida.

Jesús ofrece a todos amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Sin embargo hay gente que prefiere preparar la masa de su vida con enojo, problemas, amarguras, tristezas.

Eso no es lo que Dios diseñó. Esa no es la receta que Dios tiene para nosotros.

Y cuando nos ponemos a pensar, nos damos cuenta que muchas veces perdimos tiempo usando recetas equivocadas.

El escritor a los Hebreos nos deja una enseñanza sobre uno de esos ingredientes: LA AMARGURA.

Hebreos 12:15

Miren bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.

Miren bien quiere decir, ¡Tengan cuidado!

Es lo primero que dice el versículo.

¿Por qué?

Porque una raíz nace de algo muy chiquito. Pero si este ingrediente se mantiene mucho tiempo en nuestra vida, después va a crecer y nos va a contaminar a nosotros y al resto.

Luego de advertirnos que tengamos cuidado, agrega que eso puede traer como resultado que no alcancemos cosas que Dios tenía para nosotros.

Así como con la amargura, el Señor Jesús está dispuesto a sacar todos esos ingredientes que no tienen que estar en nuestra vida.

Ahora queda en nosotros pedirle que nos ayude, para que nuestra masa (vida) sea la que Él diseñó.

Los condimentos que Dios tiene para la vida, SIEMPRE son mejores que los nuestros.

Tengamos cuidado de usar SUS ingredientes, para que nuestra vida sea más rica.

Así, vamos a poder repetir como dice el Salmo 118:24:

Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él.

por Leandro Pérez Miglino

www.mamasqueoran.com

Esta entrada fue publicada en Recetario de Mamás que Oran 2020 y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.