Yo les dejo mi versión, que tiene algunos agregados y opcionales.
Ingredientes: Rinde 1 grande.
- Merluza: 500g.
- Cebollas: 500g
- Zanahorias: 250g
- Morrón (opcional): 1
- Huevos: 3
- Pan rallado: 5/6 cucharadas soperas/o Avena.
- Sal y pimienta: a gusto
- Pimentón: 1 pizca (opcional)
Procedimiento:
Paso 1: Si tienen una procesadora procesen el pescado ustedes, sino le pueden pedir en la pescadería que se lo hagan molido.
Paso 2: Salteen en un poquito de aceite, previamente las cebollas, bien picaditas, el morrón, y agregarlo al pescado previamente procesado, con todo el aceite. Luego rallen la zanahoria y colóquenla en el pescado.
Paso 3: Agregar las huevos, la sal, la pimienta y el pimentón. Integrar bien. Agregar el pan rallado, (Yo uso avena arrollada Quaker) y amasar con la mano hasta que puedan armarlo con forma de pan.
Paso 4: Colocar en una fuente para horno, con un poco de aceite en la base para que no se pegue, y llevar a horno moderado por alrededor de 40 minutos, o hasta que esté dorado. En mi caso le corto cebollas encima.
Servir frío o caliente, acompañado de jrein, una pasta de rábano picante con remolacha, en casa lo comemos con Kétchup, mayonesa, o salsa Golf, pero son gustos.
Se puede acompañar con papas y batas al horno, puré, ensalada arroz blanco, etc.
Cuando comencé a preparar esta comida, como es mi costumbre al cocinar, puse todos los ingredientes sobre la mesa, para no olvidarme de incorporar ninguno.
Entonces coloque la Sal, el pimentón, y ¡oh sorpresa! ¿Donde está la pimienta? ¿En qué lugar la puse?
Fue cuando me di cuenta que había muchas cosas en el lugar de las especias y había que limpiar.
Lo lleve al plano espiritual y pensé:
¿Cuántas cosas tengo guardadas que quizás ya vencieron? Cosas que hace mucho tiempo ya no tendrían que estar.
De que sirve tenerlas ahí, ocupando lugar, ocultando tal vez lo que sí es importante.
Nunca lo había visto así, pero buscar la Pimienta, y no poder verla me reveló que:
- Hay que limpiar nuestro corazón de cosas pasadas.
- Si ya cumplió su tiempo de vigencia, hay que ponerlo en la basura, ¿para qué guardarlo?
- Acomodar nuestros sentimientos y reconocerlos.
- Ponerle nombre a las cosas: Dolor, angustia, tristeza, miedo, etc.
- Lo que más debo usar tiene que estar a la vista, al alcance de mi necesidad. ¿Qué es? La Biblia,
Que me lleva al perdón, al amor, la templanza, la benignidad, la compasión.
- Si vamos a volver a usar los frascos, asegurémonos que queden bien limpios, antes de llenarlo con alguna otra cosa, para que nada estropee lo nuevo que vamos a colocar. Recuerda que guardaron cosas mucho tiempo, y seguro están contaminados.
- Eliminemos de nuestro corazón todo lo que no edifique nuestra vida y sobre todo lo que estorbe nuestra relación con el Espíritu Santo.
Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas;
más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos.
Porque prolongarán tu vida muchos años
y te traerán prosperidad. Proverbios 3:1-2 | NVI
¡Qué cambio más grande hay bajo la unción del Espíritu Santo!
Te animo a que si tienes cosas viejas las saques, y que empieces lo más pronto posible.
Solo guarda la obediencia a sus mandamientos.
Así Dios podrá llenarte de sus bendiciones, y prolongar tu vida y tendrás prosperidad.
¡Ahhhh! me olvidaba de contarte que después de pensar todo esto y sacar lo que me molestaba, encontré la pimienta.
Que al final se transformo en la estrella de esta receta.
Zulma Tigani
Coach, con especialización en Inteligencia Emocional y Desarrollo de las Competencias Emocionales.
Egresada del Seminario Bíblico.
Estudios Universitarios de Ceremonial y Protocolo.
Autora de dos libros.
