«Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa” Salmo 127:3
Todas aquellas que son Mamás saben que criar hijos es una responsabilidad inmensa, pero además “una hermosa aventura” que te desafía cada día.
Toma este desafío de la mano del Señor, sabiendo que fue El quien confió en ti para esta misión.
Es bueno que le expliquemos y enseñemos a nuestros hijos la Palabra de Dios, lo que dice La Biblia con respecto a la obediencia a los padres.
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.”
Efesios 6:1.
Siempre digo que si un niño no obedece a sus padres que los ven, mucho menos obedecerá a Dios que no lo puede ver.
Un tema importante es la autoridad de los padres hacia los hijos.
No debemos imponer nuestra autoridad como padres con amenazas, eso es autoritarismo.
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Efesios 6:4
Tampoco negociar la obediencia, “Si te portas bien, te compro…”, la obediencia y el respeto no se compran, el niño deben obedecer a sus padres porque sabe que lo ama, y que no hará nada para su mal.
Obedecer es una orden que Dios dio a los hijos “Hijos, obedeced…” imperativo, no dice si quieren o si les parece, El dice “OBEDECED”.
Muchas veces los padres creen que darle amor a los hijos es decirles todo que “SI”, pues eso no es amor, no hace Dios así contigo, si el ve que lo que tu le pides no es bueno para ti te dirá “NO”. Esto es parte de la enseñanza, cristiana. Se suele confundir al niño cuando se le dice que “NO” y después ante su insistencia se dice “SI”, en la Biblia dice:
“Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no” Mateo 5:37.
Expliquemos a nuestros hijos que no les imponemos la obediencia, no somos autoritarios, sino que es una ordenanza divina, y tiene promesa de vida.
“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra” Efesios 6:2-3
Parte del amor a los hijos es el prestarles atención a sus necesidades, sentimientos, deseos, y apoyarlos en cada proyecto para que se cumplan sus sueños. Ayudarlos a crecer sabiendo que pueden confiar en Dios, quien fue el que los formo en tu vientre, les soplo aliento de vida y desea que le vaya bien en todas las cosas.
Confía que Dios te guiará en Sus Caminos para orientarlo en todos esos procesos.
No expreses tu enojo con gritos, tampoco con palabras de las que después te puedas arrepentir. Recuerda que como mamá o papá, y siendo la autoridad de tus hijos tus palabras pueden afectarlos tanto positiva como negativamente según si tus palabras son de aliento o no.
Los hijos copian lo que ven de los padres, por eso enséñale con el ejemplo, si ellos ven que tu te sometes a la obediencia de Dios con gozo y disfrutas de Su Palabra se animaran y la cumplirán también. Lánzalos como flecha a los planes de Dios para sus vidas.
“Como flechas en las manos del guerrero son los hijos…”. Salmo 127:4
Zulma Tigani
Una Mama que Ora
desde Buenos Aires Argentina
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí”
1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!
