“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
1 Corintios 15:57
Bendiciones a todos una vez más, que inmenso privilegio de poder estar acá nuevamente llevando una palabra inspirada en el corazón de Dios, una alegría enorme de tener la oportunidad de llegar a ustedes por intermedio de este agradecido grupo llamado MAMAS QUE ORAN. Un saludo además a todos nuestros seguidores, y también a aquellos que andan por ahí negando, calumniando y tratando de silenciar la voz de quienes fuimos llamados y los que vendrán, un abrazo también a ellos.
Este mes de Noviembre estaremos hablando acerca de ser agradecidos, agradecidos con Dios en primer lugar, por la obra misericordiosa a través de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Cuándo fue la última vez que le diste gracias a Dios por algo?, por levantarte una mañana, por tu salud, trabajo, por su cuidado, por la ropa que te pones, me refiero a esos pequeños detalles que constantemente pasamos por alto. A cuántos de nosotros (los que somos padres) no nos gusta y alegra cuando un hijo es agradecido, cuando te dice gracias Mama, gracias Papa, nosotros realmente no hacemos las cosas por nuestros hijos esperando las gracias, pero que bien se siente cuando te las dan.
Quizás algunos de nosotros no pudimos por una u otra razón dar y suplir a nuestros hijos de todas sus necesidades o lo que nos hubiera gustado haber hecho por ellos, quizás ya es tarde verdad?. Bueno, Dios en su misericordia nos da muchas nuevas oportunidades para hacer o dejar de hacer ciertas cosas. Yo en lo personal soy un testimonio de aquello. Y doy gracias a Dios por las oportunidades recibidas. Pero también sé que no todos comparten ese pensamiento, y mucha gente se envenena a sí misma con su propio rencor, en vez de dar gracias a Dios por una nueva oportunidad dada en la vida.
Hay un relato en la Biblia, que según yo, ejemplifica claramente el tema que estamos tratando, el ser AGRADECIDOS; y al mismo tiempo nos muestra la actitud de un mal agradecido, en este caso unos cuantos, pienso en estos momentos que si la proporción de agradecidos versus mal agradecidos es de 1 a 9, que pena, sera posible que solamente un 10% de nosotros sea capaz de reconocer lo que Dios ha hecho en nuestras vidas??. Bueno para no dilatar más, y como seguramente muchos lo esperan y otros con más revelación ya lo saben …vamos a compartir una lectura que encontramos en Lucas 17:11-19…
“Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: !!Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”.
Cuantas enseñanzas en tan pocas lineas verdad. Una de las tantas cosas que me llama la atención en esta historia es que los hombres alzaban la voz, clamaban por ayuda, me imagino que en el fondo sabían que Jesus los podía sanar, de lo contrario no lo habrían llamado con tanta pasión y desespero. ¿Qué ocurrió después? Jesus les da una “orden” y en el camino fueron sanados, dicen por ahí que en la obediencia hay bendición, (aunque a veces humanamente es muy manipulada esta sentencia y te llevan a hacer cosas que no necesariamente están alineadas con Dios). Prosigamos, los hombres obedecieron la instrucción y efectivamente fueron curados de su enfermedad, la lepra. Quizás nos es muy común hasta el dia de hoy que estando en sufrimiento, en desesperación, en aflicción de cualquier índole clamamos y gritamos fuerte pidiendo ayuda de parte de Dios, muchos quizás hasta hacen promesas de cambio etc. Pero una vez recibida la ayuda, la sanidad o cualquiera que sea el caso nos olvidamos completamente, no damos gracias!!, seguimos en la misma payasada, como ya todo fue solucionado por Dios nos relajamos hasta que en un futuro, en ocasiones no muy lejano, tenemos que clamar y suplicar nuevamente, les parece conocida la escena??.
Nueve de los leprosos no fueron capaces de dar gracias, NUEVE de DIEZ, increíble, me pregunto en qué grupo estamos, somos parte de esos nueve? o somos ese uno agradecido?. Hermanos, seamos agradecidos en todo, hasta los más pequeños detalles, por todo demos gracias, en primer lugar Dios, pero también a las personas que te bendicen, o en algún momento lo han hecho y por algún motivo u otro digamos…..te olvidaste de agradecer, a algún familiar, un amigo en fin, tu sabes a quien.
El seguir escribiendo sería darme vueltas en lo mismo, el mensaje es claro, si crees que has sido mal agradecido o desagradecido, revierte esa situación y da gracias, que se transforme en una costumbre, un estilo de vida en nosotros el actuar con gratitud.
Como siempre me despido con un abrazo y un ósculo santo, dando gracias a Dios por nuestra salvación a través de nuestro Señor de Señores, Jesucristo, nuestro salvador.
Saludos a todos. Si y a ti también.
por Cristian Yavar
www.mamasqueoran.com
