Puede una sola decisión cambiar nuestro futuro? Qué pasa cuando esa decisión la tomamos en un momento de enojo? O cuando estamos deprimidos? O cuando estamos cansados?
Es verdad la ley de la causa y efecto?
Es verdad que cosechamos lo que sembramos?
Hablo por mí cuando digo que a veces hablo sin pensar, por impulso, reaccionando a la circunstancia en vez de tomarme el tiempo para pensar y meditar en el mejor curso de acción.
Y esas veces son las de las que nos arrepentimos.
Hoy te invito a leer 2 capítulos en el libro de Números, capítulos 13 & 14 y Deuteronomio capítulo 1 y vamos a repasar algunos conceptos que siguen vigentes y espero nos ayuden a re-evaluar cómo hablamos y cómo tomamos decisiones.
Algunos comentarios para ponernos en tema:
- Venimos del capítulo 12 de Números donde la misma hermana de Moisés, el líder, María, junto a Aarón critican a su cuñada porque no les gustaba y además lo desautorizan indicando que ellos son tan líderes como Moisés. Dios los llama a los 3 aparte y por MURMURAR, CRITICAR, todo el pueblo tiene que deternerse en su peregrinar por hablar de más. Te suena parecido a estos días?
- Llegamos al Cap. 13 que nos dice: “Y Jehová habló a Moisés, diciendo: “Envía tú hombres que reconozcan la tierra (tenían que ir a ver por adelantado cómo era la Tierra Prometida) de Canaán, la cual doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos”. (13:1-2)
- Quiero que te imagines a 12 príncipes escogidos, preparados y educados especialmente, elegidos para representar a su tribu y ser de los primeros que pisarían la Tierra Prometida. Y allá van y se toman 40 días para recorrerla bien, y ver los detalles qué les habían pedido y encomendado.
- A los 40 días regresan con 1 sarmiento con un racimo de uvas , el cual trajeron dos en un palo (de lo grande y pesado que era), y de las granadas y de los higos. (13:23)
- También confirmaron que de esa tierra fluye leche y miel, como confirmando la abundancia de bienes en ese territorio.
PERO:
Ahora vamos a ver que los 12 príncipes escogidos para reconocer la tierra se van a dividir en 2 bandos al momento de tener que decidir qué hacer frente a la tierra que habían pisado:
Bando 1=10 príncipes (Samúa, Safat, Igal, Palti, Gadiel, Gadi, Amiel, Setur, Nahbi y Geuel)
- “Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste; la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella (Ver arriba el detalle)”. (13:27)
- Y ahora empiezan a quejarse … “Mas (=pero) el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimo allí a los hijos de Anac (gigantes)” (13: 28)
- “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.” (13:31)
- “Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura” (13: 32)
- “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos”. (13:33)
Bando 2=2 príncipes: Josué y Caleb
- “Entoces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella (la tierra); porque más podremos nosotros que ellos”. (13: 30)
Y aquí es donde surge un momento de decisión, que vas a hacer? Creerle a la mayoría (10 de los 12) o a la minoría: Josué y Caleb?
Y se quedaron pensando aquella noche y algunos detalles que nos presenta la historia que se asemeja tanto a nuestras noches de insomnio ante un problema:
- “Entonces toda la congregación gritó, y dio voces (llorando a los gritos); y el pueblo lloró aquella noche”. (14:1)
- “Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo la multitud: Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; en en este desierto ojalá muriéramos” (14:2)
Te invito a seguir leyendo en detalle para que no se haga muy larga la nota, pero para hacerte el cuento largo corto: El bando 1, de los 10 príncipes fueron muertos por haber desacreditado aquel país, la Tierra Prometida (14:36).
Y por esa murmuración, toda el pueblo no pudo entrar a la Tierra Prometida sino que tuvieron que peregrinar durante 40 años, 1 año por cada día que inspeccionaron la Tierra, y fueron muriendo hasta que no quedo ninguno de aquella generación sino Josué y Caleb y los hijos de los quejosos.
Sigues pensando que quejarte y murmurar no tienen consecuencias? Hoy es el día de pedir perdón de todo corazón, arrepentirnos e incluso apartarnos de cierta gente que no nos hace bien, y acercanos a los “Josué y Caleb” de este tiempo para que juntos entremos a nuestra Tierra Promtetida.
Lo crees? Porque para el que cree, todo es posible!
Pastora y Profeta, Lic. Alejandra Zangaro
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