«Yo me voy a extender», porque profetizo vida, sobre cualquier valle de huesos secos, por Cinthia Coello

aleLa mano del Señor vino sobre mí, y su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo pasearme entre ellos, y pude observar que había muchísimos huesos en el valle, huesos que estaban completamente secos. Y me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?» Y yo le contesté: « Señor omnipotente, tú lo sabes». Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos, y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor !  Así dice el Señor omnipotente a estos huesos: ‘Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir. Les pondré tendones, haré que les salga carne, y los cubriré de piel; les daré aliento de vida, y así revivirán. Entonces sabrán que yo soy el Señor ’ ”».  Tal y como el Señor me lo había mandado, profeticé. Y mientras profetizaba, se escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. Yo me fijé, y vi que en ellos aparecían tendones, y les salía carne y se recubrían de piel, ¡pero no tenían vida! Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: “Esto ordena el Señor omnipotente: ‘Ven de los cuatro vientos, y dales vida a estos huesos muertos para que revivan’ ”». Yo profeticé, tal como el Señor me lo había ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso! Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: “Nuestros huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!” Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Pueblo mío, abriré tus tumbas y te sacaré de ellas, y te haré regresar a la tierra de Israel. Y, cuando haya abierto tus tumbas y te haya sacado de allí, entonces, pueblo mío, sabrás que yo soy el Señor . Pondré en ti mi aliento de vida, y volverás a vivir. Y te estableceré en tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor , lo he dicho, y lo cumpliré. Lo afirma el Señor ”».  Ezequiel 37:1‭-‬14 NVI

Este relato nos indica que el profeta Ezequiel fue llevado al valle de huesos secos, era cómo si hubo una guerra y un gran ejército había muerto y sus cuerpos se habían desintegrado y sólo quedaban los huesos. A esos huesos Dios mandó a profetizar y mientras él profetizaba los huesos comenzaron a unirse formando entre sí un esqueleto humano, luego les aparecieron tendones, carne, por último Dios le dijo que volviera a profetizar a todos esos cuerpos sin vida. Mientras él les profetizaba los cuerpos recibieron vida.

Hoy Dios te está mandando a profetizar sobre todo lo que está muerto en tu vida.
Aunque estés en medio de cualquier valle dónde sólo hay huesos secos, creele a Dios. Levántate y profetiza sobre ese diagnóstico médico, matrimonio destruído, hijo perdido, quiebra financiera, ponle nombre a tu situación, hoy Dios quiere darte la solución sobre tu circunstancia.

Padre en el nombre de Jesús nos levantamos en fe a profetizar sobre todo valle de huesos secos y ordenamos en tu nombre que hay salvación sobre nuestra casa, sanidad ante cualquier enfermedad, restauración matrimonial, relaciones familiares restauradas. Todo lo que está muerto cobra vida en tu nombre Jesús

«Yo me voy a extender» porque profetizo vida a todos los huesos secos que había en mí.

por Cinthia CoelloCinthia Cohello 2

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