“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.” Romanos 15:1-2
El Apóstol Pablo en esta carta nos exhorta a soportarnos unos a otros. Pero ¿que significa esto?.
En primer lugar debemos hacer énfasis en el amor que debe ser la caracteristica dominante de todo cristiano nacido de nuevo,»el amor soporta todo» y a todos (l Co. 13: 7). Así, Moisés y los profetas soportaron al pueblo de Israel. Según Lutero este «soportar» significa: hacer suyas las transgresiones de todos, y compadecerse de ellos.
¿Quienes eran los fuertes y los débiles en la iglesia de Roma?. Los débiles eran aquellos que proponían el cumplimiento de las leyes judaicas en cuanto la circunsición, fiestas y abstención de comidas, por el contrario los fuertes eran aquellos que hacían especíal énfasis en la fe en Cristo.
La analogía entre el cuerpo de Cristo y el cuerpo físico nos enseña un poco mas acerca de lo que realmente significa soportar a otros. En el cuerpo natural, los huesos soportan la carne, toda la estructura corporal se apoya en los huesos, aquellos que son mas paqueños requieren de nosotros mayor cuidado y precaución que los grandes y fuertes, de igual forma debemos obrar con aquellas personas que parecieran necesitar más de nuestro apoyo y cuidado.
En Gálatas. 6:2 nos exhorta: «Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo». Y en el mismo capítulo dice: «Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado» (Gá. 6: 1). Y en 1 Co. 10: 12: «El que piensa estar firme, mire que no caiga»; porque «el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña» (Gá. 6:3).
También Pablo dice que cada uno de nosotros agrade a su prójimo. En este caso el apostol no nos está animando a complacer al hombre como el que busca ganarse la amistad para sacar provecho de eso, sino que se trata de buscar el beneficio del prójimo incluso estando dispuesto al sacrificio personal. “Como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos” (1 Co 10:33).
Daniel Zangaro
