Rom 2:21 al 27
Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de robar, ¿robas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la Ley, ¿con infracción de la Ley deshonras a Dios?, pues, como está escrito: «El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros». La circuncisión, en verdad, aprovecha si guardas la Ley; pero si eres transgresor de la Ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. Por tanto, si el incircunciso guarda las ordenanzas de la Ley, ¿no será considerada su incircuncisión como circuncisión? Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la Ley, te condenará a ti, que con la letra de la Ley y la circuncisión eres transgresor de la Ley.
Este capitulo es una hermosa enseñanza de Jesús para todos.
Estos versículos son una crítica penetrante a la hipocresía.El les habla a los fariseos que juzgan a otros sus pecados, y ellos hacen lo mismo.
Hipocresía es el acto de fingir que se tienen cualidades, ideas y sentimientos que en realidad no se tienen. La palabra proviene del latín que significa acción de desempeñar un papel.
Esta muy bien que le hablamos a otros de sus faltas, pecados, debemos hacerlo, para que puedan ser bendecidos, pero debemos hacerlo con espíritu de humildad.
No importa el pecado, si homicidas, irrespetuosos, homosexual, ni siquiera si somos honestos, trabajadores, excelentes en todo- solo debemos saber que dependemos de la Gracia de Dios.
No hay otro camino, aparte de Cristo, por medio del cual uno puede ser salvo del pecado y sus consecuencias, y todos hemos pecado, así lo dice la Palabra de Dios, mas adelante en Romanos 3:23.
Así como la circuncisión no era suficiente para los judíos, tampoco lo es asistir a la iglesia, ser bautizado, confirmado o aceptado como miembro.
Queridas mamas, Dios busca siempre nuestra sincera entrega y obediencia a su Palabra.
Zulma Tigani
Una «Mama que Ora»
Argentina
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!
