Por que es que Pablo dice:
Romanos 7:24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Pablo expresa un deseo: Se quiere librar de su cuerpo carnal, porque el hombre espiritual que estaba dentro de el, Ya había alcanzado la madurez espiritual en el conocimiento de Dios, pero queriendo hacer lo que dice la palabra, su hombre exterior no hacia el bien que quería, sino, lo que no quería, y si hago lo que no quiero, no lo hago yo, sino el pecado que mora en mi.
Si el Apóstol Pablo dijo y sintió esto, en algún momento de su vida, que puede quedar para aquellos que no han sido capaces de interesarse por conocer a Dios y examinarse interiormente para confrontar sus pecados. Aquí es claro que observamos la lucha que estaba entre su carne y el espíritu. Pablo también pasó por un proceso de crecimiento, y reconocía que era movido en dos direcciones opuestas y que aun no había experimentado victoria sobre el pecado, pero clamaba para conseguirlo.
Más adelante observamos que ya Pablo tiene una clara visión de cómo evitar esta lucha y nos dice : Solo los que andan en el Espíritu y son guiados por el Espíritu experimentan tal libertad
Gálatas 5:17-18 “17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Cuando habla de carne no se está refiriendo al músculo que cubre nuestro cuerpo sino a los impulsos que nos pueden regir y que representan nuestra naturaleza humana y sus debilidades, las cuales debemos vencer porque se nos fue dado un espíritu de dominio propio el cual debemos aplicar siempre. La buena noticia es que se puede vencer la carne, simplemente entregándose a Cristo y renovando la mente. Cuando la mente se renueva, tu espíritu es impactado y este impacta tu cuerpo para hacer lo bueno y desechar lo malo. Dios llama a todos y es tu voluntad la que decide hacerlo o no, andar en la carne nos llevara a la rebeldía y dureza del corazón y eso no es la voluntad de Dios, porque los que son de Cristo han crucificado la carne , sus pasiones y deseos . Deja que El Espíritu Santo obre en tu vida, te transforme y puedas reflejarlo a El.
Es esta, también tu batalla?
Mil bendiciones!!!!!
Silvia L. Sanchez 
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!
