Para este capítulo ya todos los seguidores de Jesús habían llegado a tener una misma manera de pensar y de sentir. Había entre ellos una gran unidad, todo lo compartían y continuaban enseñando que Jesús había resucitado.
Dios seguía bendiciéndoles mucho y no les hacía falta nada. De vez en cuando, el Señor les llamaba la atención sobre las necesidades y los que eran dueños de casas o tierra, vendían su propiedad y ponían dinero a los pies de los Apóstoles y estos, lo distribuían en proporción a las necesidades de cada uno. Un ejemplo específico de esto lo encontramos en Bernabé, un hombre de la tribu de Levi, que había nacido en la isla de Chipre. Se llamaba José, pero los apóstoles le decían Bernabé, que significa:”El que consuela a otros, el que consuela a los demás”, animador. Su generosidad se hizo notoria en la iglesia primitiva de Jerusalén. Fue uno de los setenta discípulos de Jesucristo, varón bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe.
Bernabé vendió un campo y trajo el dinero a los Apóstoles para cubrir las necesidades que tenían. Esta acción sirve de fondo para los sucesos que acontecieron luego. Es el caso de Ananías y Safira que vendieron una propiedad, pero sustrajeron del precio reteniéndole para ellos. Gran error! Al parecer no tuvieron temor de Dios y lo echaron a un lado, aun cuando habían sido bendecidos ellos mintieron de común acuerdo. Cuando las cosas no se hacen de corazón, sino por vanagloria o por cualquier otro motivo, siempre la verdad, va a salir a relucir. Dios conoce todo, todo lo ve, todo lo escucha, todo lo sabe.
Marcos:4:22 “ Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz”
Cuando se quiere aparentar algo, hay un recurso que se llama: Mentira y esto, parece ser una tontería a los ojos del que la dice, pero la mentira, para Dios es un pecado, es hacer pacto con la muerte. No te equivoques, porque no hay nada oculto bajo el cielo y sobre la tierra. La biblia dice que la paga del pecado, es muerte, aunque algunas veces no se refiera a la muerte natural, sino espiritual. El pecado de Ananías y Safira fue descubierto y revelado por El Espíritu Santo a Pedro. Cuando Pedro hablaba sobre esta mentira con Ananías, este “cayo y expiro” y tres horas después cuando Safira fue confrontada por Pedro, dándole oportunidad de recapacitar sobre la mentira planeada con su esposo Ananías, ella sin conocer lo que había acontecido, también mintió e inmediatamente cayo a los pies de Pedro y expiro. Después de esto, vino sobre el pueblo un temor santo y se hicieron más cuidadosos en la manera como debía ser su proceder y la forma de acercarse a Dios.El pueblo comenzó a tener altas normas de honradez y justicia.
Hechos: 5:11” Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas”.
Fue evidente que Ananías y Safira quisieron conseguir la atención que le habían dado a Bernabé y se sintieron celosos, quizás porque Bernabé no era oriundo de la ciudad, así que conspiraron e imitaron la ofrenda , pero con diferente sentimiento en su corazón. Ellos dejaron que el orgullo, el amor propio y el amor al dinero los poseyeran. Una mentira no es un acto aislado, es una actitud determinada por el carácter del hombre y Dios aborrece la mentira. Como discípulos suyos y parte de su cuerpo, debemos ser absolutamente veraces, sinceros, honestos, honrados, aun cuando eso signifique sufrir, por hacer su voluntad.
Proverbios : 12:22 “Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento”
Mil bendiciones!!!!! Silvia L. Sanchez
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AYUDANOS SEÑOR A SER CADA DIA MAS CONFORME A TU VOLUNTAD Y CORAZON A TU HIJO JESUS !!!