París es la capital de Francia, posición 20 de las 100 ciudades más pobladas del mundo con 9.904 millones de habitantes.
En el siglo XX, el área metropolitana de París se expandió más allá de los límites del municipio de París, y es hoy en día la segunda área metropolitana del continente europeo.
La región de París (Isla de Francia) es junto con Londres, uno de los núcleos económicos más importantes de Europa.
La ciudad es el destino turístico más popular del mundo, con más de 42 millones de visitantes extranjeros por año.9 Cuenta con muchos de los monumentos más famosos y admirados del orbe: la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, la Avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la Basílica del Sacré Cœur, el ex Hospital de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier o el barrio de Montmartre, entre otros. También alberga instituciones de reconocimiento mundial: el Louvre, el Museo de Orsay y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, así como un extenso sistema de educación superior de prestigio internacional.
Tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%ADs
No conozco Paris, a no ser por imágenes, pero creo que todos los que han planeado viajar a Europa, saben que Paris es un destino casi obligado, sobre todo para los turistas que quieren conocer la tan nombrada y fotografiada Torre Eiffel.
Paris, también puede formar parte de los sueños de niñas que saben que las modelos internacionales y los diseñadores estrellas, se concentran en Paris.
Aquí puedo mencionar a mi hija, que en un momento determinado, y en la compañía de algunas amiguitas (de 8 a 10 años en ese entonces) planeo encontrarse con ellas en Paris.
Cada una tenía un sueño, que se desarrollaría en ese escenario. Todas ellas estaban firmes y determinadas, que cuando adquirieran determinada edad, su destino seria Paris.
Todavía son niñas, y no sé qué lejos les llevara la vida, pero mi deseo, es que el viaje de sus vidas sea en compañía de Jesús.
Estamos ahora en medio de un viaje evangelista, donde el protagonista en cada ciudad es Jesús, hoy camina por la ciudad de Paris, pero a diferencia de los turistas, que se detienen frente a los monumentos importantes y los lugares singulares, para Jesús lo más destacado sigue siendo las personas y demostrar su eterno amor por ellas.
Su infinita bondad, compasión y servicio hace que lo menos importante a los ojos de todos, se haga visible ante su mirada, lo olvidado se hace presente, lo menospreciado se haga amado. Ese es Jesús enseñándonos a cada uno de nosotros, a caminar sin quitar la mirada de la necesidad.
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25.31-40 (RVR 1960)
Padre Celestial hoy te pedimos de común acuerdo y con fe, que así como el Señor Jesús recorría físicamente todos los pueblos y las ciudades cuando vivió como hombre, en este día se haga presente visitando las mamás, papás, hijos y abuelos, familias enteras que viven en Paris. Queremos pedirte que hoy mismo el Espíritu Santo de Dios se mueva con libertad y muchas personas sean salvas y vengan al conocimiento de Jesús como Salvador y Señor de sus vidas. Te pedimos que Jesús se mueva enseñando la verdad de Dios, anunciando las buenas noticias del reino de Dios y sanando a la gente que sufre de dolores y enfermedades de todo tipo. Te pedimos que la manifestación de los hijos de Dios en París y bendición sobrenatural sobre ellos, sus familias y que sean prosperados en todo como testimonio para Tu Gloria y Tu honra. Clamamos que sea Jesús el Señor soberano de Paris.
En el Nombre de Jesús.
Amén.
Lucy Daluz
Una “Mamá QUE Ora”,
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!