“Me voy a extender” porque el Señor ya me dio la autoridad, por Pra. Lic. Alejandra Zangaro

aleEn Éxodo 14 encontramos un poderoso pasaje de las Escrituras que relata cuando el pueblo de Israel cruzó el Mar Rojo y llegaron a la otra orilla donde les esperaba la tierra prometida.

Te comparto el texto debajo, pero quiero que notemos 3 cosas muy importantes que Dios quiere que tengamos en cuenta para que nos EXTENDAMOS tal como nos lo decía en Isaías 54:2-3. Veamos juntos estos 3 aspectos:

1-Hay 1 tiempo para cada cosa: tiempo de orar y tiempo de actuar.Vemos en el verso 15: “Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen”.

Es como si Dios nos quisiera decir, ya oraste, ya clamaste, ya lloraste, ya te deprimiste, ya te enojaste … ya basta, y avanza en fe hacia tu promesa, hacia tu tierra prometida.

Recuerda el pasaje del evangelio de Juan 14: 12-14: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Vuelvo a decirlo porque es muy importante: Hay 1 tiempo para cada cosa: tiempo de orar y tiempo de actuar. Para EXTENDERTE tienes que moverte 🙂 

2-Pero ahora se pone más intenso y más personal: “Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo.”

Jaja Una cosa es decirle al pueblo que marchen, pero ahora le toca a Moisés que EXTIENDA su mano y divida el mar jaja – Se pone difícil la cosa, ¿no?

El Señor me muestra que esto es muy serio y muy espiritual … Hay cristianos que creen en Dios, que le creen a Dios, pero no totalmente cuando Dios les habla en forma individual y personal y les invita a que hagan algo humanamente imposible por fe. ¿Me entiendes? Podemos ser buenos cristianos, creyentes fieles, pero vamos a seguir en el mismo nivel espiritual hasta que EXTENDAMOS NUESTRAS MANOS para dividir el mar.

¿Cuál es el mar que tienes que atravesar? ¿Te da miedo? ¿Los enemigos egipcios vienen atrás y no hay escapatoria y delante el Mar Rojo … no te sientes acorralado? ¿Intimidado? Imagínate lo que habrá sentido Moisés … y encima no podía decir nada porque Dios le dijo: ¿Por qué clamas a mí?

Ya basta de clamar, es tiempo de extendernos y actuar¡!! Porque Dios, nuestro Padre Celestial está a nuestro lado y nos dice: “No temas, yo te ayudo”

3- También es tiempo de dejar atrás el pasado. 

26 Y Jehová dijo a Moisés:Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 

Y entonces Moises EXTENDIÓ su mano sobre el mar …y ya sabes el final de la historia.

Dice la palabra: “y cuando amanecía” como queriéndonos asegurar que un nuevo día amanece hoy donde cruzamos lo imposible y llegamos a nuestra tierra prometida. Hoy da inicio a un nuevo tiempo en Dios.

Ya basta de llorar, de quejarnos, de poner excusas … hoy es el día para que dividamos el mar y este se abra y lo atravesemos en seco, marchemos y lleguemos a nuestra tierra prometida, a nuestras promesas cumplidas.

Lo crees? Porque para el que cree, todo es posible!

Saludos y bendiciones.

Algo grande vendrá

Exodo 14  Habló Jehová a Moisés, diciendo: 

Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. 

Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. 

Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así. 

Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? 

Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo; 

y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. 

Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. 

Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón. 

10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. 

11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 

12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. 

13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. 

14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. 

15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 

16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. 

17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; 

18 y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo. 

19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 

20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros. 

21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 

22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 

23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. 

24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, 

25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. 

26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 

27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. 

28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. 

29 Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda. 

30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 

31 Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.

Pra. Lic. Alejandra Zangaro   

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