Cuantas veces has sentido que no sabes que está pasando contigo y experimentas altos y bajos en tu personalidad. De pronto empiezas a odiar a la gente, ya no te importa nada, no te acuerdas de cuando fue que disfrutaste con tu familia, no quieres ir al trabajo, lo que quieres es descansar, ver televisión, es decir ya no te interesa ni te importa nada ni nadie, y dices: es que nadie me entiende, todos me tratan mal; si este es tu condición para este momento; es hora de revitalizarte! No busques afuera la solución a tu problema, te estás secando por dentro y tienes que tomar cuidado rápido para no caer más de lo que ya estas. Cuando las plantas se están secando, solo las podemos revivir con agua y fertilizantes, es igual la medicina para el hombre: agua similar: al Espíritu Santo y fertilizante: La palabra de Dios. Dios puede romper esa estructura y hacerla nueva, pero solo si tu lo dejas. Somos vasos de barro con un tesoro por dentro, es decir, somos moldeables y es el Espíritu Santo el encargado de transformar todo ese caudal de emociones internas. Tal cual el gusano sufre una metamorfosis para convertirse en mariposa, igual pasara contigo. La lucha es con tus actitudes y tus pensamientos.
Que es lo que ocupa tu mente para reaccionar así? Que fue lo que se apago en ti?
Las actitudes se aprenden, son costumbre, hábitos y formas de reaccionar ante los pensamientos y aunque los pensamientos no se ven, tienen mucha influencia en la mente que hace cambiar los sentimientos y emociones. Cuando alguien le habla a otra persona, siempre espera que se le ponga atención, así mismo cuando Dios habla, el espera que tengamos respuestas de fe a su palabra.
Efesios 4:23-24:” y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”
Tu puedes hablar algo que es cierto pero si la actitud no es la correcta entonces el resultado será negativo. Todos procesamos miles de pensamientos diariamente y es por eso que tenemos que tener muy en cuenta la palabra de Efesios 6:16
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”
Los dardos de fuego son precisamente los pensamientos que llegan a nuestra mente.Renovar la mente es reemplazar esos pensamientos con la palabra de Dios, con el Espíritu de Dios y con las cosas que son positivas y que La Biblia declara para nosotros.
Comienza a tener intimidad con el Espíritu Santo porque El quebranta todo pensamiento que se ha convertido en yugo o atadura para tu vida. Levántate usando las armas espirituales como lo son la alabanza, la adoración, la oración, el ayuno, agradecimiento y otras que Dios te vaya revelando en su palabra. Para alcanzar la paz y el éxito debemos tener buenos pensamientos y también buenas actitudes. La actitud es importante no solo para los que te rodean, sino para Dios. Cree con fe y aprende de su palabra y veras como cosas cambian en tu vida.
Mil bendiciones!!!!! Silvia L. Sanchez
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