«No me miraron de frente, sino que me dieron la espalda. Y aunque una y otra vez les enseñaba, no escuchaban ni aceptaban corrección.» – (Jeremias 32:27)
Lo mas feo de lo mas feo que nos pasa en la vida, es cuando alguien viene y nos hace ver que nos equivocamos, si o no?. A nadie le gusta reconocer sus errores y a nadie le gusta escuchar que tiene cosas por mejorar. Pero la realidad es que TODOS comentemos errores y entonces tenemos solo 2 caminos, 1) enojarnos con quien nos quiere corregir y negarnos a escuchar la realidad o 2) escuchar la corrección, aceptarla y ser cada día mejor.
Como cristianos nos pasa lo mismo con nuestros pastores, ellos están al cuidado nuestro con el fin de mejorarnos y prepararnos para los mejores planes que Dios tiene para nosotros pero también tenemos las 2 opciones cuando nos llaman la atención con alguna actitud de nuestras vidas: 1) me niego a escucharlos y le digo que si creyéndome que yo me las se todas / me enojo y me ofendo; o lo que es mucho mejor, 2) soy humilde y presto mi odio a la corrección, acepto el error aunque me duela y veo como Dios hace su obra en mi.
No solo suena simple, ES SIMPLE, podemos darle batalla a nuestro orgullo y soberbia, es solo una disposición del corazón la que nos catapulta al plan de Dios y te garantizo que si tomas la actitud correcta ante la corrección de tus pastores, vas a ver los planes de Dios florecer en tu vida como nunca viste, soñaste o imaginaste !!!
Christian , Un Hijo que Ora
Argentina
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