“Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles, si el SEÑOR no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes” Salmo 127:1
¡Qué palabra de Dios más acertada para este tiempo tan peligroso!
Consejo valioso para atender y poner en práctica, porque abarca dos aspectos tan importantes: el hogar y la seguridad.
Hay personas, que no tienen una familia basada en principios bíblicos, ni cristianos, dan más importancia a los logros económicos, sociales o académicos, quizás para sobresalir, educando sus hijos para que sean los más “exitosos y mejores” exigiéndoles cada vez más y más, algunos padres queriendo realizar a través de ellos todo lo que no han alcanzado en su vida.
Así, habrá hijos “muy exitosos” pero competitivos, soberbios, con vacío interior y una profunda tristeza de sentirse apreciados solo por lo que hacen. A medida que crecen esto se evidencia en todas las áreas, emocionales, matrimoniales, de relaciones interpersonales, son incapaces de amar y sentir amor, muy infelices, solitarios al no poder expresar sus sentimientos, porque todo se basa en la apariencia, que les fue enseñada, no pueden ser espontáneos, ni decir lo que sienten, porque es una familia donde no han dejado que Dios edifique lo principal: el ser interior.
Es valioso que nuestros hijos estudien, prosperen, se involucren en distintos ámbitos, los alentamos en todo, pero para sobresalir con la luz de Cristo, seguros de sus principios y valores cristianos, con humildad, amor a Dios, servicio a los demás, para impactar a otros con el testimonio del poder del Señor actuando en sus vidas, por lo que han visto en nosotros.
¡Es tiempo de edificar el hogar en Dios! Que no haya motivaciones incorrectas, vanidosas, egoístas, para que haya familias plenas, que a pesar de las adversidades que sufren, soportaran todo porque hay un hogar cimentado en Cristo.
Enseñar valores cristianos en nuestros hijos en una sociedad de anti valores, les dará la seguridad que Dios los protege, que los llevará a sus propósitos de gloria en Cristo, que seguirán adelante con fe confiando en las promesas del Señor y que su gracia sanará todas sus heridas y los llevará a la victoria en todas las áreas.
Si tu hogar no ha sido edificado en Dios, por diversas circunstancias ¡No trabajes más con tus fuerzas! Empieza a orar, leer la Palabra, apropiarte de la cobertura del Señor para ti y los tuyos.
¡Si tus hijos, tu esposo se han apartado, clama por ellos!
Ponte en sus amorosas manos, dale tu familia, en estos tiempos de tanta inseguridad, los cuidará, pídele perdón si Dios no ha sido la prioridad, comparte la Palabra, así te parezca que no te escuchan, el Espíritu Santo estará obrando trayendo con sus lazos de amor a los tuyos, si en ti hay una decisión y un accionar hacia Jesucristo, todo tu hogar será bendecido.
¡Adelante es tiempo de edificar en Dios!
Judith Berlo
Una «Mama que Ora»
desde Argentina
www.mamasqueoran.com
Email: mamas@cvclavoz..com
Facebook: Mamas que Oran (Grupo)
Twitter: @MamasQueOran
“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos,
SENTITE PARTE ¡!!
