“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana” Mateo 11:28,29 y 30 (NVI)
¡Qué Palabra de Jesús, tan clara y poderosa para todo nuestro ser!
Pensaba en algunas iglesias, un poco legalistas y religiosas, donde las reglas que se imponen de “esto sí” o “esto no” están tan lejos de fomentar la santidad y de llevar a una relación profunda con Dios a la gente, solo promueven a la apariencia cristiana, se soporta una carga abrumadora que lleva al agotamiento, porque todo se hace con las propias fuerzas y en definitiva los únicos frutos que producen son los de la carne: celos, competencia, murmuración, autoritarismo y demás.
El descanso no es cumplir reglas impuestas por hombres, que agobian y traen culpa.
¡Hacer la voluntad de Dios nos da descanso a pesar de las adversidades!
Su Presencia, dice su Palabra, irá con nosotros y ella es la que nos mueve a un lugar diferente, donde solo es importante amarle, obedecerle, servirle, tan fácil y naturalmente que provoca esa paz y reposo en nuestro ser.
Cumplimos con sus mandamientos, que nos traen fruto perdurable: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio… (Gálatas 5:22, 23 NVI)
¿Porqué atarse a otros yugos que esclavizan la vida?
Hay muchas personas, que tienen conductas emocionales, que son a veces irreales y mal adaptadas a los acontecimientos de sus vidas, llevan una carga pesada de culpas, falta de perdón, ansiedad, temores y resentimientos que abaten el alma.
¿Porque no tomar esta Palabra de Jesús, apropiarse de esta verdad y empezar a soltar el yugo pesado, frustrante que no tiene ningún beneficio?
Jesucristo está con sus brazos fuertes y amorosos para quitar tu carga y darte descanso. Confía, cree en su Palabra, siéntete amada, valorada, comienza a experimentar lo apacible de su Presencia que irá transformando tu vida en un proceso de maduración que te hará plena y podrás disfrutar de ser una hija de Dios.
¡DIOS TE BENDICE Y ESTÁ CONTIGO!
Judith Berlo
Una «Mama que Ora»
desde Buenos Aires Argentina
No estás sola, SENTITE PARTE, nosotras somos las “Mamás que Oran”.Puedes contactarte con nosotros a través de los siguientes medios:Web: www.mamasqueoran.com
Facebook: Mamas que Oran (Grupo) & Porque eres Mama (Grupo)Twitter: MamasQueOran