Mateo 8: 14-17 “Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”
Dios tiene la potestad para sanar toda dolencia y esto no tiene que alentar para creer que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. Dios no solo trae sanidad física sino espiritual porque limpia todo nuestro interior, nos promete paz, prosperidad y con su palabra nos lleva a conocer la verdadera vida plena, pero, la crees?
Jesús conoce todas nuestras necesidades y quiere que nos sintamos libres de pedir con confianza, pero muchos lo cuestionan porque no han podido ver su milagro realizado y se preguntan por qué sana a unos y a otros no. La Biblia en el Salmo 14 nos dice que Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios, todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno, es decir, el mundo se volvió contra Dios y se aparto de el dando rienda suelta a todo tipo de males. A raíz de esto, el hombre trajo muchos males y sus generaciones quedaron ligadas de cierta forma genética con sus ancestros por lo que acarreamos cosas buenas y cosas malas que heredaran nuestros hijos también. Las malas acciones no solo nos afectan a nosotros sino a nuestros hijos y futuras generaciones, es por eso que ellos pagaran también por la desobediencia y el pecado cometido. Este no era el plan original de Dios porque él es amor y misericordia, santo y justo, con planes de bien y no de mal, pero también nos dio a escoger entre el bien y el mal. En la vida todo tiene un orden y una acción trae una reacción. Cual fue el camino por el cual optaste?
Oseas 6:1 “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará”
Mil bendiciones!!!!!
Silvia L. Sanchez 
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!
