Día 18/40 días con el Nuevo Testamento, la nueva campaña del Ministerio Internacional Mamás que Oran

Hoy compartimos la lectura de la carta del apóstol Pablo a los Romanos, capítulos 1 al 8. Ver link: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Romanos+1&version=RVR1960

El espejo es el reflejo de nuestra alma

La carta a los Romanos precisamente fue escrita a la iglesia de los cristianos en Roma donde el Apóstol Pablo quería reafirmar en ellos la fe de haber aceptado a Jesús y los anima a crecer en la fe.

También tiene una palabra de exhortación a los que conocen a Jesús, pero no lo siguen y se desvían teniendo comportamientos equivocados y adorando otros dioses.

Una pregunta recurrente en estos capítulos tiene que ver con: ¿quién es Jesús en nuestras vidas y qué lugar le damos a él?

Tenemos que pensar en estos 8 capítulos como si estuviéramos mirándonos al espejo y quisiéramos ver qué nos refleja el espejo frente a los diferentes temas expuestos en la carta 

Un espejo que nos muestra es qué tipo de juez somos para nosotros mismos y para los otros, con la misma vara que nos juzgamos, juzgamos a los otros, y nuestras expectativas tiene que ser cumplidas por el otro ¡!!!!!!!!!

Otra mirada a nuestros espejos tiene que ver por cómo alcanzamos la salvación ¿por nuestras “buenas obras” o por lo que Jesús hizo por nosotros, y al tener que aceptar que es por la obra de perdón de Jesús nuestro ORGULLO queda eliminado.

¿Dónde, pues, queda el orgullo del hombre ante Dios? ¡Queda eliminado! ¿Por qué razón? No por haber cumplido la ley, sino por haber creído. Así llegamos a esta conclusión: que Dios hace justo al hombre por la fe, independientemente del cumplimiento de la ley.Romanos 3:27-28  (DHH)

Otro gran espejo en donde tendríamos que quedarnos un buen rato mirándonos es el reconocer nuestra verdadera medida de fe y el ejemplo hermoso que tenemos en Abraham que su fe no se debilitó sino que creyó en esperanza contra esperanza Romanos 4 nos dice:

17 como dice la Escritura: «Te he hecho padre de muchas naciones.» Éste es el Dios en quien Abraham creyó, el Dios que da vida a los muertos y crea las cosas que aún no existen.

18 Cuando ya no había esperanza, Abraham creyó y tuvo esperanza, y así vino a ser «padre de muchas naciones», conforme a lo que Dios le había dicho: «Así será el número de tus descendientes.»

19 La fe de Abraham no se debilitó, aunque ya tenía casi cien años de edad y se daba cuenta de que tanto él como Sara ya estaban casi muertos, y que eran demasiado viejos para tener hijos.

20 No dudó ni desconfió de la promesa de Dios, sino que tuvo una fe más fuerte. Alabó a Dios, 21 plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.

Y este es otro espejo para mirarnos ¿Cuál es nuestro nivel de esperanza? ¿Cuándo nuestra esperanza terminó en desilusión? Necesitamos sanar nuestras heridas de la esperanza para que nuestra fe se fortalezca nuevamente. 

Queridas mamás ya a esta altura tendrán ganas de decirme basta de espejos, pero no podemos parar acá tenemos que seguir porque nuestro próximo espejo es muy fuerte.

Y tiene que ver con nuestra lucha cuando hacemos lo que no queremos y justamente lo que queremos no hacemos ¿Cuántas veces nos encontramos frente a este tensión? Contestaciones malas, pensamientos distorsionados, Romanos nos dice que somos esclavos de que decidimos obedecer Romanos 6:16 «Ustedes saben muy bien que si se entregan como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a quien obedecen.»

Fuertísimo no, es como, para hacer un alto y pedirle perdón a Jesús por nuestras obediencias equivocadas.

Oración: «Señor Jesús te pido perdón porque reconozco que soy esclava/o del enojo, del resentimiento, de la falta de perdón… , reconozco que esto no es lo que vos queres para mi vida, me arrepiento y recibo tu perdón dame un corazón que te obedezca a vos. En tu nombre Jesús. Amén.»

Pero si pedimos perdón también viene el aliento porque Romanos 8:8 nos dice: «Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús».

Ninguna condenación hay para los que creen en Cristo Jesús, y nos encontramos después con nuestro querido compañero el Espíritu Santo y nos enseña a orar en nuestras debilidades: «De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras».

Necesito compartirles lo que escuche de un pastor hablando de este versículo, lo llamó la oración en la debilidad, y compartió que una vez una maestra de la Escuela Dominical le pidió a una nena que orar y la niña oro con el abecedario, dijo Señor A,B,C, etc. etc. Cuando termino de orar la maestra le pregunto ¿por qué oraba de esa manera? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ A lo que la niña contesto: «Yo le mando las letras y Él sabe cómo ordenarlas en la oración!!!!!!!!!»

Me pareció hermoso !

Nuestro último espejo es para mirarnos y escuchar al Señor hablar: «TODO OBRA PARA BIEN»«Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito». Rom 8:28

Y nos despedimos con este himno glorioso:

31 ¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! 32 Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? 33 ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos. 34 ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de Dios, rogando por nosotros. 35 ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta? 36 Como dice la Escritura: «Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.»37 Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, 39 ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!

Espero que hayan disfrutado de estos 8 capítulos como yo lo hice. Que el Señor los bendiga, los fortalezca en  la fe y la esperanza para poder revestirnos de la fe de Abraham esperanza contra esperanza y con la ayuda del Espíritu Santo entender que todo obra para bien.

Con todo mi amor Elba Somoza 

Pastora Elba Somoza

Licenciada en Servicio Social y Directora de Psicodrama

Pastora de la Iglesia Buenas Nuevas de la ciudad de Buenos Aires Argentina

Autora de tres libros: «Sanidad en las relaciones Familiares», «Recibe la bendición» y «Dios quiere sanarte de las heridas de la vida»

Autora del curso Sanando las heridas de la vida y de los tres manuales del mismo que se dicta a distancia en el Instituto Fiet

Conferencista en Argentina y en el Exterior

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