Día 6/40 días con el Nuevo Testamento, la nueva campaña del Ministerio Internacional Mamás que Oran

Hoy leemos el evangelio de Marcos, capítulos 9 al 16. Ver link: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Marcos+9&version=RVR1960

¿Buscas a Jesús?

“Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.“ Y respondiendo él, les dijo: !!Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.” (Marcos 9:14-27)

Cuando Jesús estuvo en la tierra, recorría pueblos y aldeas y la gente lo esperaba para poder recibir su milagro. En el relato anterior, Jesús bajaba del monte acompañado de tres de sus discípulos después de la experiencia de la transfiguración. Se encuentra con el resto de ellos rodeados por una multitud que probablemente los acusaba y avergonzaba por no haber podido sanar al joven endemoniado. ¡Habían fracasado! Estos discípulos que habían caminado con Jesús por tres años lo habían visto sanar enfermos, les hablo del reino y su poder, les dio lecciones de amor y de perdón, le causaron dolor y decepción por su incredulidad (v. 19)

Por su parte este padre en su desesperación por lograr la sanidad de su hijo sintió alivio al ver llegar a Jesús y respondió inmediatamente a la pregunta ¿Qué disputáis con ellos? (v.16) … “Si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos”.

El padre del joven afirmo su confianza en Jesús, aunque luego confiesa que su fe es muy poca, Jesús le dice que aun su poca fe es suficiente para su milagro.

¿Pero qué pasa si el maestro no viene a tu ciudad? ¿Si no podemos hacernos espacio en medio de la multitud y alzar nuestra voz para que nos pueda ver y nos ayude en nuestra incredulidad?

¿Qué pasará ahora cuando no podemos ver llegar al maestro? Porque ahora fue traicionado por uno de sus discípulos y negado por otro, condenado a muerte injustamente, lo abofetearon, lo vituperaron, fue crucificado, muerto y sepultado.

Los discípulos están lamentándose y tristes y seguramente pensando en volver a sus rutinas de antes (Mr.16:9) Los escribas y fariseos celebrando el triunfo y Satanás pensando que había alcanzado su victoria.

María Magdalena y María madre de Jacobo buscan su cuerpo y no lo pueden encontrar.

¿Buscas a Jesús?

¡Ha resucitado!

Entonces, un ángel les da las buenas nuevas: ¡Ha resucitado!

Jesús venció la muerte, para darnos vida: “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. (1 Corintios 15:21-22)

¿Buscas a Jesús?
¡Tu vida puede ser transformada porque Cristo ha resucitado!

Hoy no tienes que esperar a que Jesús venga a tu ciudad, ni darte paso entre la multitud para encontrarlo y acceder a sus milagros, su gracia y amor. No tienes que gritar: ¡Maestro! Para ser escuchado, solo tendrás que abrir tu corazón y confesar con tu boca que Jesús es el Señor creyendo que Dios lo levanto de entre los muertos (Romanos 10:9)

Jesús está presente en cada momento de nuestras vidas para ayudarnos, para salvarnos. Él dice que, si crees y eres bautizado, serás salvo (v. 15)

¿Buscas a Jesús? El señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios (Mr 16: 19)

¿Buscas a Jesús?

Algunas personas buscan fama, reconocimiento y fortuna, paz o salud, algunos buscan el amor de su vida y otros ni siquiera saben lo que quieren. Mi invitación hoy es que busques a Jesús, a través de Él llegaras al Padre. En Él tendrás un amigo fiel, un maestro, un mentor. A El podrás recurrir, aun sin abrir tu boca puedes pedir ayuda y te responderá: “Hijito, yo estuve allí, en la tortura de la cruz, en la oscuridad de la tumba, porque por amor a ti me hice hombre y pagué el precio de tus pecados”

¡Cuando encuentres a Jesús sabrás que Él siempre estuvo allí con su mano extendida esperando por tí!

por Nelly Urbano, Creadora del movimiento ‘Como Toda Mamá’, y una Mamá que Ora desde Miami, Florida