Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.
2 Timoteo 1:5 (NTV)
Loida y Eunice fueron la abuela y la madre de Timoteo respectivamente. Mujeres de fe, como dice Pablo, fe no fingida, la misma que estuvo en ellas hábito en Timoteo.
La palabra nos enseña que podemos heredar bendición o maldición a nuestras futuras generaciones, ambas mujeres decidieron heredar fe, ¿cómo la heredaron? ¡A diario!
Con su ejemplo de lucha, constancia y persistencia en medio de tribulaciones y en agradecimientos cuando hubo victorias.
Como mujeres de reino, tenemos derecho a la herencia de nuestro Padre y a la vez somos el ejemplo en nuestros hogares, somos reflejos de su gloria y poder.
Pablo siempre hablo de Timoteo con especial cariño, aconsejándolo y animándolo a persistir en el camino del servicio. Pese a que Timoteo tuvo un papá no creyente el testimonio de su mamá alcanzó para qué él tomará la decisión de seguir al Señor, y se convirtiera en un ejemplo para todos los jóvenes cristianos de todas las épocas, en cuanto pureza, doctrina y fe no fingida.
Gracias a todas esas mamás, que persisten firmes en medio de la lucha, que siguen inclinándose al rostro del Padre, que siguen bendiciendo a sus generaciones, ellos por ellas serán capaz de revolucionar el mundo con el mensaje de salvación.
Mamá tu ejemplo, es el reflejo de Dios en la tierra!
Señor,ayúdame a ser una madre de Reino,
que mi/s hijo/s sean tesoros especiales,
mensajeros de paz.
Ayúdame a ser un reflejo de ti en mi hogar.
Y en momentos difíciles, que ni el temor, ni la cobardía, se apoderen de mí, sino que el amor, el dominio propio, y tu poder sea mi control.
Y que cada situación en mi vida te entregue en oración a ti,
no permitas que el desánimo o el infortunio me hagan retroceder en mi fe.
Señor, glorifícate en mi por siempre!
En el nombre de Jesús, amén.
Sean inmensamente bendecid@s !
Lucy Daluz
Mamá Que
Ora
N.S.W. Australia
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!
Hermosa meditación!!! nuestros hijos son unas esponjitas, todo lo absorben, por eso con la ayuda de Dios cada día debemos imitar a Jesús. Ese debe ser nuestro gran afán.