“Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que está en ti” (2 Timoteo 1:6).
Cuando llegamos a Cristo y experimentamos el nuevo nacimiento, se produce en nosotros el deseo ardiente por conocerle más y servirle. ¡Es el tiempo del primer amor!, en el que ponemos todo a su disposición, recursos, tiempo y dedicación, para conocer a nuestro Señor y manifestar sus frutos es nuestras vidas.
Sólo hay una palabra que puede describir lo que sentimos en ese momento: ¡pasión!
Sin embargo, con el paso del tiempo y de determinadas situaciones, nuestra carrera espiritual comienza gradualmente a menguar. Empezamos a perder la chispa por la obra de Dios, y a alimentar nuestra carne.
Si esto te está pasando, te pregunto: ¿Cuánto tiempo esperaras para mejorar tu relación personal con el Señor? ¿Por qué permites que el fuego de Dios se apague en tu vida?
Reconócelo y sé sincero contigo mismo; necesitas de Dios, necesitas encontrarte con Él, necesitas alimentarte, necesitas un respiro, necesitas a Cristo en tu vida.
Es hora de volver a la senda antigua, a gozar de lo que antes te gozabas, de volver a orar con las ganas que antes tenías, de volver a leer la Palabra como antes la leías. Dios quiere de ti eso y mucho más.
Él anhela estar contigo, Él te quiere usar, tienes planes muy hermosos para tu vida, pero necesita algo de ti: que avives el fuego en tu vida.
Es hora de levantarte, es hora de olvidar los errores del pasado, es momento de pararte firme y decir: “Señor, aquí estoy nuevamente”.
No estás solo, tienes a Jesús de tu lado y nadie te podrá hacer frente, porque Dios estará contigo. Él peleará la batalla e irá delante de ti como poderoso gigante.
Te animo a que no te des por vencido.
La Palabra de Dios dice en Santiago 4:8: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”. También podemos leer en Efesios 5:14: “Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”. Y Amós 5:4 dice: “Buscadme, y viviréis”.
El Señor te espera, sólo depende de ti.
Jesica Belart Tigani «Una Mama que Ora»
desde Argentina
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos,
SENTITE PARTE ¡!!
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INTERESANTE, ME GUSTO Y YO NECESITO ESO DE AVIVAR EL FUEGO EN MI; SIENTO Q ME ESTOY ENFRIANDO; QUIERO HACER MUCHAS COSAS PARA ÉL PERO NO PUEDO EMPEZAR
Que linda palabra!! gracias Jessica y mil bendiciones desde esquel una mama que ora y pertenece al ministerio de cita con la vida!!
Hola Yessica erradamente estaba brindando a mi hija todo lo material que puedas imaginarte para levantar su auto estima lo que conseguí fue angustia en mi hija aún mayor alcoholismo depresión soledad a través de la cual en mi desesperación volví a los pies de Cristo el cual me recibió con un amor inmerecido estoy recién empezando mi verdadera batalla para lograr realmente la salvación de mi hija y la mía también,Pido apoyo en oración y creo fielmente que en Cristo esta mi solución, ahora soy consiente que no tenemos «lucha contra sangre y carne,sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» espero en el…
Wow! Poderoso! A veces nos desconectamos del Señor por los afanes de la vida y sin darnos cuenta nos enfriamos. Qué bueno que el Señor renueva sus misericordias cada mañana y cada día nos da la oportunidad de volver a empezar. Muchas bendiciones. Saludos desde Puerto Rico