Reflexiones diarias. Silvia Sanchez desde Miami, FL

Jeremias 23:3 «Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán»

Veamos esta historia tomada del internet: Un hombre temeroso de Dios salió una vez de viaje en avión. Durante el viaje, mientras volaban sobre el mar, uno de los dos motores falló y el piloto tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en el océano. Casi todos murieron, pero este hombre logró agarrarse a alguna cosa que lo conservó flotando sobre el agua.

Estuvo mucho tiempo a la deriva y después de algunos días llegó a una isla desierta. Al llegar a la playa, cansado pero vivo, agradeció a Dios por salvarle de la muerte. El consiguió alimentarse de peces y hierbas. Consiguió derrumbar algunos árboles y con mucho esfuerzo logró construirse una casa. No era una gran casa, más bien era tosca con palos y hojas. Pero para él era su casa.

El se quedó satisfecho y una vez más agradeció a Dios, porque ahora podría dormir tranquilo y sin miedo de los animales salvajes que pudiesen existir en la isla.

Un día él estaba pescando, y cuando terminó, había atrapado muchos peces. Con el resultado de la pesca quedó muy satisfecho pues la comida era abundante. Pero al darse la vuelta en dirección a su casa, cuál no fue el tamaño de su decepción al ver que su casa estaba totalmente en llamas, incendiada.

El se sentó sobre una piedra llorando y diciendo en sus lamentos: “Dios!! , ¿Cómo es que el Señor puede dejar que esto me ocurra? El Señor sabe que yo necesito mucho de esa casa, para poderme abrigar y proteger, y ahora deja que mi casa se queme toda, el Señor no tiene compasión de mí”.

En ese mismo instante, una mano se posó sobre su hombro y oyó una voz diciendo: ¿Vamos joven? El se dio vuelta para ver quien estaba hablando con él, y cuál no fue su sorpresa cuando vio al frente suyo un marinero todo uniformado que le decía: “Vamos joven. Hemos venido a rescatarlo”. “¿Pero cómo es posible? ¿Cómo supieron Uds. que yo estaba aquí?” “Ah! , amigo! Vimos sus señales de humo pidiendo socorro. El capitán del barco ordenó que el barco se detuviese y mandó que en aquel bote viniéramos a buscarlo.”

Para el que cree todo le es posible. Parece que en este caso el hombre se  limito a dar gracias y nunca se quejo de nada, quien sabe si  pensó que algún día alguien lo buscaría, y espero pacientemente,lo cierto es que pudo ver la mano de Dios cuando fue rescatado. Dios hace las cosas de manera inexplicable para cumplir su palabra y te  asegura en Isaias 41:10 «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia»

Cuando todo parece el fin de las cosas, Jesús viene a tu vida para darte la mano, solo resiste , no te rindas y cree.

Mil bendiciones!!!!!

Silvia L. Sanchez  

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“Por mi hijo oraba y el Señor me  concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.

No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!

 

 

 

 

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1 respuesta a Reflexiones diarias. Silvia Sanchez desde Miami, FL

  1. Sonia Morena dijo:

    Amen!!!! Que bonito mensaje!!! El Señor nos quita algo bueno para darnos algo mejor!!! Amen!!!

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