SEÑOR, tengo muchos problemas, ten compasión de mí. Mis ojos están cansados de tanto llorar que ya me duelen la garganta y el estómago. Salmo 31:9
¿Lloraste tanto que te dio la sensación de no tener más lágrimas?, ¿Sentiste que tu corazón se rompió en miles de pedacitos? ¿Le has dicho al Señor? ¿Qué puedo esperar? ¿Te quedaste dormida después de llorar preguntándole? ¿Porque Señor? ¿Como debo pedírtelo? ¿No vas a decirme nada?
Señor, No puedo más!!!
David ya no tenía fuerzas, su angustia había agotado su cuerpo. Sus huesos le dolían de tanto sufrir. Pero en esa angustia solo declara la grandeza de Su Dios. Pero yo confío en ti SEÑOR; yo digo: “Tú eres mi Dios”.V:14
Si las circunstancias de la vida te han llevado a estos momentos de lágrimas y aflicción, procede como David lleva tus problemas y déjalos en Manos de Jesús. ‘
No permitas que la ansiedad y el desánimo te controlen; solo entrégaselos en Su Mano; y estarán en el lugar justo en donde concluirán con éxito. Dios no se distrae, conoce tus necesidades y se ocupa de ellas.
Él siempre cuida a sus hijos, no estás sola, ni desamparada, mamá, estás en su Mano, y no permitirá que seas avergonzada. Confiésale a Dios que le amas, que le crees, que esperas en Él.
Que el Espíritu Santo te revele el amor incondicional de Jesús, y que tome aliento tu corazón.
Zulma Tigani
Una «Mama que Ora»
Argentina
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!
