Lectura del día: Sal 69-81.
En la Versión Reina Valera, el Salmo 71 lleva por título: “Oración de un anciano” y cuan cierto es que la Biblia tiene palabras de consuelo y bendición para todas las edades, para los niños y jóvenes, para los adultos y ancianos, y siempre vigente. Hoy quiero invitarte a que pienses en los ancianos que están cerca de ti, familia, vecinos, miembros de la iglesia y que hagamos el ejercicio de ponernos en sus zapatos por un rato. Los años van pasando, el cuerpo se va deteriorando, a veces la mente también, pero el espíritu de Dios en cada uno de ellos sigue vivo y esperando en Dios. Oremos para que nuestros ancianos sean guardados de la mano del impío, de la mano del perverso y violento (Sal. 71:4) y Dios les de la capacidad de disfrutar y gozarse en los días de su ancianidad. Hoy te invito a que podamos ser de bendición a nuestros ancianos en alguna forma práctica y concreta, pues Dios así lo espera.
“Dios mío, aunque estoy lleno de canas, no me abandones; todavía quiero decirles a los que aún no han nacido que tú eres un Dios poderoso. Eres incomparable, pues has hecho grandes cosas; tu justicia llega hasta el cielo. Tú me hiciste pasar por muchos aprietos y problemas, pero volverás a darme vida: ¡de lo profundo de la tumba volverás a levantarme!
Me darás mayor poder, y volverás a consolarme.”
Vamos que en Dios todo es posible, y alcanzaras el propósito de Dios para ti y los tuyos. Dios te bendiga y haga resplandecer Su rostro sobre ti.
Alejandra Zangaro
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos, SENTITE PARTE ¡!!
