El desierto es un lugar árido, aparentemente inhabitado, es el sitio a donde Dios lleva en algún momento a todo cristiano, para separarlo de todo, excepto de ÉL mismo.
Es en el desierto donde Jesús vivió cuarenta días, ahí donde eres desnudado hasta casi llegar al esqueleto, y donde solo ves un sol enceguecedor o un ennegrecido cielo, pero no encuentras nada mas, y entonces “CLAMAS”, y piensas ¿Acaso viviré?.
El desierto es básicamente un lugar de quebrantamiento, y necesitas ser quebrantados para ser eficaz.
Es el lugar donde el Espíritu Santo trabajara en ti en tu corazón, espíritu y cuerpo.
Cuarenta años pasó Moisés en el desierto con sus ovejas, y fue liberado de su autosuficiencia, se convirtió en el hombre más manso de la tierra y pudo ser preparado para su ministerio. Cuando se vacío por completo, entonces estaba listo para ser lleno del poder de Dios.
Al estar a solas aprendes a oír con atención la voz de Dios.
Cuando Dios hablo a Jacob lo hizo en el desierto Génesis 28:10
Fue en el desierto donde Dios habló con Moisés desde la zarza ardiendo. Éxodo 3.
Los diez mandamientos le fueron dados a Moisés en el desierto de Sinaí. Éxodo 20.
En el desierto de la isla de Patmos, Juan recibió la revelación del Apocalipsis.
Todos tuvieron algo en común “la soledad del desierto”
El desierto enseña, a enfrentar la tentación, como lo hizo JESUS, a vencer el orgullo, a depender solo de Dios.
No podemos evitar la soledad del desierto y su poder transformador, sí realmente quieres caminar con Dios.
Nadie quiere pasar por un desierto, es inhóspito, no hay agua que nos sacie la sed, no hay comida que nos alimente, estas expuestos a peligros, frío y calor, pero es necesario que lo cruces.
Recuerda que Dios te acompaña, El quiere enseñarte, no te abandonará, pero moldeará tu vida para que puedas cumplir Su propósito.
Zulma Tigani
Una “Mamá que Ora” desde Argentina
Email: mamas@cvclavoz..com
Facebook: Mamas que Oran (Grupo)
Twitter: @MamasQueOran
“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos,
SENTITE PARTE ¡!!
Amen!! Que verdad, preciosa palabra.solo hay que soportar para poder cruzarlo ,mmm cuesta pero vale la penaaa.