“ Y Cierto Día Pedro y Juan Subían al Templo a la hora novena, La de la ración.” Hechos 3: 1-8
Pedro y Juan iban a orar, la hora novena eran las tres de la tarde, por lo tanto ya habían orado en la mañana, la práctica del pueblo de Dios era la de reunirse a orar tres veces al día. No había excusa alguna, ni trabajo, cita, o cualquier cosa que pudiera interferir con este hábito. Sus oraciones eran a la mañana, en la tarde y cuando caía el sol.
Por supuesto que hoy en día esto es casi imposible, o no? Quizás sean buenas las excusas que tenemos para decir no se puede, estoy en el trabajo, en el colegio, voy por la calle, etc. Pero cuando Jesús dijo ORAD EN TODO TIEMPO (Efesios 6:18) no agrego “si puedes”. Quizás puedas encontrar cinco minutos a solas en algún lado y orar, Ellos iban a ORAR, a rendirle alabanzas a Dios y a exponerles sus peticiones. “Estaba allí un hombre cojo y les pidió limosna, Ellos lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: «Préstanos atención.»Aquel hombre los miró atentamente, pensando que iban a darle algo. Sin embargo, Pedro le dijo: «No tengo oro ni plata, pero te voy a dar lo que sí tengo: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, te ordeno que te levantes y camines.» Enseguida, Pedro lo tomó de la mano derecha y lo levantó. En ese mismo instante, las piernas y los pies de aquel hombre se hicieron fuertes y, de un salto, se puso en pie y empezó a caminar. Sin más, entró en el templo con Pedro y Juan, caminando y saltando y alabando a Dios.”
Aquí vemos el fruto de la obra del Espíritu Santo, y la comunion que ellos tenian con Dios, que se hizo evidente en la sanidad de ese hombre.
La clave: oraban tres veces al día, si queremos ver estos milagros oremos sin cesar.
Zulma Tigani, una «Mamá que Ora» desde Buenos Aires, Argentina
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“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos,
SENTITE PARTE ¡!!
