Día 22/40 días con el Nuevo Testamento, la nueva campaña del Ministerio Internacional Mamás que Oran

Hoy leemos juntos 2 Corintios, capítulos 1 al 7. Ver link: https://www.biblegateway.com/passage/?search=2+corintios+1&version=RVR1960

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación». 2 Corintios 1:3-5

¡Cuán hermosos estos textos de la Palabra de Dios! Que el Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, se incline a mirar a seres pecadores como nosotros. ¡Cuánta empatía encuentro en estas escrituras, de Dios hacia nosotros, que conoce nuestras tribulaciones y viene a consolarnos! ¡Cuán actual es Su palabra cuando dice “tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos” (1:9). ¡Cuánta certeza y esperanza cuando escribe: “Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús” (4:14). “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”! (5:1)

Amiga, amigo que lees hoy Su Palabra, ¿tienes tu esta esperanza?  Dice en el capítulo 5 versículo 21: “Al que no conoció pecado (Jesucristo), por nosotros lo hizo pecado para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”

La Biblia declara que todos somos pecadores y estamos alejados de Dios (Romanos 3:23) y que la paga del pecado es la muerte, la separación eterna de Dios (Romanos 6:23).

¡Pero hay una buena noticia! Dios tiene un regalo para nosotros, que es vida eterna por medio de Cristo Jesús. Y para obtener un regalo, sólo tenemos que recibirlo, tenemos que aceptar a Aquel que murió en la cruz del Calvario, derramando su preciosa sangre, que nos limpia de todo pecado, tomando nuestro lugar, pagando el precio que nosotros teníamos que pagar, arrepintiéndonos de todo corazón de nuestro pecado y maldad, pidiéndole perdón, y que venga a vivir a nuestro corazón.  Dice la Biblia en el evangelio de Juan 1:12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.                

¿Eres un hijo, una hija de Dios? ¿Tienes miedo a la muerte, a dónde irás?

El Señor Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente, crees esto? Juan 11:25-26

Si recibes hoy al Señor en tu corazón, vas a poder decir como Pablo dice en 2 Corintios 5:6:

“Así que vivimos confiados siempre…”                                          

Beatriz Sevillano, una Mamá que Ora desde Buenos Aires, Argentina

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