Lectura del día: Números 14 al 26.
«Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros». Números 22:13-13
«Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.» Números 22:20
“Balaam se levantó muy temprano, ensilló su burra y se fue con los jefes de Moab. Pero Dios se enojó mucho con Balaam por haberse ido con ellos. Por eso, el ángel de Dios se puso en medio del camino para no dejarlo pasar” Números 22:21
Me llama la atención que Dios deja ir a Balaam pero se enoja porque va.
Balaam tuvo una buena acción cuando aviso que no iría, pero no una buena intención en su corazón, de obediencia y sumisión a Dios.
Dios conoce la intención del corazón y sabe que él desea ir para recibir alguna recompensa de Balac.
“Balaam iba montado en su burra, y sus dos ayudantes iban con él. Cuando la burra vio al ángel de Dios, parado en el camino y listo para atacar a Balaam con una espada, se salió del camino. Sin pensarlo más, Balaam le pegó a la burra para que regresara al camino.
Entonces el ángel de Dios se puso en un camino muy angosto, en medio de los muros de piedra de dos viñedos. Cuando la burra vio al ángel, se hizo a un lado y le aplastó a Balaam el pie contra el muro. Entonces Balaam volvió a pegarle.
Luego el ángel se adelantó y se plantó en un lugar tan angosto que nadie podía moverse ni a un lado ni al otro. Cuando la burra vio al ángel, se echó al suelo y ya no quiso dar ni un paso más. Balaam se enojó muchísimo y golpeó a la burra con un palo. En ese momento, Dios hizo que la burra hablara y le dijera a Balaam:
—¿Qué te he hecho? ¿Por qué me golpeaste tres veces?
Balaam respondió:
—¡Te burlaste de mí! ¡Si tuviera una espada en la mano, te mataría ahora mismo!
La burra replicó:
—¡Yo soy tu burra! ¡Toda la vida te he llevado por todos lados, y nunca te he tratado mal, como hoy lo has hecho conmigo!
—Tienes razón —contestó Balaam.» Números 22:22-30
Tan obstinado y ciego estaba Balaam por hacer lo que quería, que no estaba conciente que la burra hablaba y que el tenia un dialogo con ella. Lo más trágico es que la burra “veía” al ángel de Dios y Balaam ni se daba cuenta de lo que estaba pasando.
“El ángel de Jehová Acampa Alrededor de Los Que le Temen,
Y los Defiende. Gustad, y ved que es bueno Jehová. Dichoso El hombre que Confía en El.” Salmo 34:7-8
Dios nos ayuda siempre en nuestro caminar y sus Ángeles ministradores y el Espíritu Santo nos quiere guiar al camino correcto, como dice la Biblia.
Debemos aprender a no insistir con el capricho y no empeñarnos en que se haga nuestra voluntad, con el fin de lograr que se cumplan nuestros deseos.
Queridas Mamás enseñemos a nuestros hijos con el ejemplo, a ser firmes y constantes en obedecer la Palabra de Dios, en lugar de que sean obstinados, tercos, porfiados. Y siempre buscar y seguir la voluntad del Señor sin tratar de evitarla o de cambiarla.
- ¿Qué nos enseña este pasaje Bíblico acerca de la importancia de la obediencia y la obstinación?
- ¿Cómo cree usted que podemos guardar puros los deseos del corazón?
- ¿Esta conciente del peligro que encierra no tener un corazón puro delante de Dios?
Zulma Tigani
Una “Mamá que Ora” desde Buenos Aires Argentina
Email: mamas@cvclavoz..com
Facebook: Mamas que Oran (Grupo)
Twitter: @MamasQueOran
“Por mi hijo oraba y el Señor me concedió lo que le pedí” 1Sam 1:27.
No estás sola en la lucha por tus hijos,
SENTITE PARTE ¡!!
